¿Pasa la salida de la crisis en España por el fomento de las Energías Renovables?

La actual crisis y sus consecuencias ya presentes y aún por llegar parece que han evidenciado, por enésima vez, que el modelo productivo español se estaba alejando de las aspiraciones de calidad de vida y cantidad de consumo de los españoles. No es nueva la reflexión y los hechos que demuestran que la competitividad de la economía española disminuye respecto a la de los países de nuestro entorno. No generamos el valor necesario para vivir como parece que quisiéramos vivir. Conviene recordar que, en ámbitos competitivos, nuestro salario es, o debe ser, un parte más o menos reducida del valor que generamos con nuestro trabajo (medido en euros).

Supongo que debemos entender que la Ley de Economía Sostenible ideada por el Gobierno, es una medida para salir de la crisis porque de ella se espera que promueva el cambio de sistema productivo reorientándolo hacia productos y servicios de mayor valor añadido. Una parte de la "inversión" asociada a esa ley está dirigida a fomentar las Energías Renovables. Entiendo que parte de este apoyo será priorizar las subvenciones al desarrollo de tecnología y de actividad empresarial (industrial, comercial, etc.) en este Sector.

Pero, ¿no estamos tratando de sustentar demasiadas necesidades en la misma cesta y con los mismos huevos? Está claro que la necesidad de desarrollar y diversificar fuentes energéticas responde a unas causas concretas:

- Protección medioambiental
- Alternativas a los combustibles fósiles ante su próximo agotamiento
- Garantizar el suministro de energía procedente de países políticamente inestables

Además de esas poderosísimas razones, ahora también consideramos que debemos impulsar las Energías Renovables para cambiar el patrón de crecimiento español y así ayudarnos a superar la crisis. ¿Son compatibles los plazos necesarios para desarrollar las renovables con los esperados para contener la crisis? ¿Durante cuanto tiempo puede soportar el país financiar el desarrollo tecnológico, la fabricación y el KWh producido para que finalmente esta actividad intervenida se transforme en competitiva y genere valor económico? ¿No pasaría esta transformación por un cambio de modelo de consumo de mucha mayor relevancia y dificultad que el cambio de modelo de crecimiento?

El tratamiento que damos a las energías renovables comienza a recordarme las expectativas depositadas en las nanotecnologías como piedra filosofal que servirá para todo.

¿No nos estaremos olvidando de fomentar y potenciar la excelencia en el trabajo para hacer mejor las cosas (mejor diseño de producto y procesos, mejor fabricación, mejor calidad, mejor coste, mejor capacidad de oferta, mejor análisis de tendencias, mejor capacidad de generación de ideas, mejor gestión empresarial, etc.)? Nuestro tejido industrial necesita hacer mejor las cosas y, posiblemente también, hacer nuevas cosas, perteneciendo muchos de esos productos y servicios al grupo de los que ya demanda el mercado o responden a una necesidad para la que ya existen clientes. Porque la crisis y sus consecuencias ya están aquí.

Los QUE´s y COMO´s del cambio de modelo de crecimiento

Desde hace casi un año, las administraciones, sindicatos, organizaciones empresariales y agentes tecnológicos vienen lanzando el mensaje de que España necesita una cambio de modelo de crecimiento y que uno de sus soportes principales debe ser la innovación tecnológica. Hasta aquí, esto es solo un titular. Y durante un año nos hemos alimentado de ese titular. Parece que llegamos a la segunda fase. El titular está definitivamente agotado.

Es el momento de darle contenido con QUE´s y COMO´s. Y como siempre, llega la hora de los "paneles de expertos", observatorios, estudios, la prospectiva, las recomendaciones, la definición "preliminar" de estrategias, etc. Corremos el riesgo, muy previsible, de que haciendo las cosas como siempre, obtengamos los resultados de siempre. Pero en estos momentos de fuerte incertidumbre sobre como y durante cuanto tiempo va a afectar la crisis a España, considero que el nivel de exigencia de estas acciones debe ser muy alto. El resultado final no puede ser un documento más, irrealizable o que no engarce con la realidad tecnológica, industrial, social y económica española.

Continuamente estamos elaborando estudios de prospectiva que siempre responden a una sincera voluntad de saber como reforzar nuestra económica. Los participantes en esos estudios son absolutamente competentes y los informes elaborados extensos, técnicamente rigurosos y bien orientados. Pero algo falla. Da la sensación de que los informes elaborados y conclusiones extraídas se definen desde el principio y se desarrollan básicamente para ser leídas y no implantadas.

La identificación de oportunidades y de estrategias al servicio del crecimiento económico de un país, cuando se abordan desde la globalidad de los agentes implicados, requiere de las precauciones siguientes: - El objetivo final o formato exigido a los estudios, deben implicar definir el modo de implantación (acciones, costes, plazos y análisis de riesgos) para evitar que un porcentaje demasiado alto de la información elaborada sea meramente descriptiva. - Debe partirse de unas directrices, premisas, modelizado de la situación actual, DAFO´s, aspectos que necesariamente deben ser considerados, etc. ya definidos y que no admitan discusión.

Los demandantes de los estudios deben llevar a cabo un trabajo previo intenso.
- Las conclusiones finales deben se periodificables en el tiempo para poder aprovechar resultados parciales del estudio.
- Las reuniones de trabajo deben ser dinamizadas por personas que tengan totalmente interiorizados los apartados anteriores.
- El comienzo del trabajo conjunto requiere uniformizar premisas y asegurarse de que un grupo muy heterogéneo de participantes trabaje "tirando" en la misma dirección.
- Debe ser identificada, presentada, compartida y revisada información previa ya disponible que evite llegar a conclusiones obvias o ya conocidas.
- Debe ponerse especial atención en saber identificar información o conclusiones muy próximas a los intereses particulares de los participantes en el estudio.
- Los dinamizadores o coordinadores de los estudios deben esforzarse en equilibrar la representación o perfil profesional de los equipos (ya sea debido al desequilibrio con el que se constituyeron desde el inicio, como por el protagonismo o proactividad de determinados participantes).

En definitiva, cuando se lee un informe resultado de un estudio de prospectiva, es bastante fácil percibir cuando ha sido elaborado con la intención de poder ser materializable (si ese es su objetivo final) o cuando se ha elaborado para, en el mejor de los casos, ser solamente leído.

Escenario de crisis, Sector Industrial e Innovación Tecnológica

Antecedentes Si en un contexto económico "normal", las Organizaciones conviven con la presión permanente de no perder o mejorar competitividad, en escenarios de crisis esta necesidad se convierte en una urgencia. Independientemente del momento en que llegue la crisis (que casi siempre será el más inoportuno) y de su gravedad (suponiendo que alguien fuera capaz de diagnosticar su alcance) la situación y necesidad de "mover ficha" puede ser urgente o muy urgente. Por consiguiente, es imprescindible salir rápidamente del shock paralizante en el que tal vez no encontremos y comenzar a actuar.

No nos conviene esperar a que la situación amaine como si de un temporal se tratara. Ni siquiera sabemos si estamos ante una crisis coyuntural o estructural, al menos para cada uno de nosotros. Tampoco podemos bajar la persiana y volver a subirla cuando alguien o algo nos haya resuelto el problema. Es el momento de confirmar si creemos sinceramente en eso que hasta ahora puede que hayamos considerado alimento de consultor; "El valor de las personas" y todo lo que de ello se deriva.

Las personas
La solución a nuestros problemas deberá proceder mayoritariamente del Plan de Acción que nosotros diseñemos. Por supuesto, reclamaremos que todos los que puedan echarnos una mano lo hagan (Administraciones, clientes, proveedores, etc.) pero habitualmente, la parte más decisiva del Plan de Acción dependerá solo de nosotros. "Nosotros" somos las personas que conforman la empresa, cada una de ellas aportando desde sus actitudes y aptitudes. Y más vale que estemos convencidos de que disponemos de la suficiente confianza, motivación y capacidad de contagio a toda la Organización, estrategia acertada y capacidad resolutiva. Con todo ello solo nos queda asumir el riesgo (el reto o la apuesta, si estos términos nos parecen más tranquilizadores). Disponer como único equipaje de un equipo de personas, tal vez no sea suficiente para garantizar el éxito, pero sí estoy seguro de que en muchas ocasiones o lo único o lo más valioso con lo que podemos contar y es lo que pusieron en juego otras muchas empresas con grandes resultados, por lo tanto ¡funciona!

Análisis de situación y necesidad de Innovación
Como primera medida, es necesario disponer o llevar a cabo un análisis de situación; ¿Qué nos duele? ¿De cuando tiempo disponemos? ¿Cuáles son nuestros principales activos? ¿Cuáles son las tendencias tecnológicas y de mercado? No deberíamos tener que inventar casi nada. Hay que modelizar las claves de nuestro negocio y valorarlas. Se supone que ya sabemos mucho de nuestro negocio. Para esta acción, debemos utilizar la mayor parte del tiempo en uniformizar premisas que hagan que todo el equipo tire en la misma dirección y con los mismos criterios esenciales. Las conclusiones obtenidas se deberán al trabajo en grupo y por lo tanto el equipo se las creerá. Pero todavía no hemos identificados soluciones. Es muy posible que las conclusiones apunten hacia; intensificar la acción o ámbito comercial, optimizar los procesos productivos, renovar o reforzar la gama de producto, innovar en tecnología, etc. Así estaremos generando visión (Insight).

Una vez diseccionada la empresa, visto el estado de salud de sus órganos, el nivel de las defensas y la virulencia de la epidemia, toca elegir medicinas, rebuscar las recetas de abuela, hacer ejercicios de rehabilitación, ventilar y desinfectar la casa. Hay que generar un silo de ideas, alternativas, soluciones, etc.

Think Tank
Esta fase es vital porque no queremos terminar el proceso y disponer de muy pocas ideas, que no nos las creamos, obvias o de muy difícil aplicación por nosotros en los plazos y con los recursos disponibles. Suele decirse que en creatividad e innovación cantidad es calidad pero cada vez se habla más de que Innovación es excelencia en todo que se hace. La solución a nuestros problemas seguro que no va a ser obvia. La Organización ha hecho muchas cosas y muy bien (está super-especializada en hacer cosas como han sido hechas hasta este momento), por ello, lo difícil es entender o asumir que hay que hacer esas cosas de una manera muy diferente o que hay que hacer cosas nuevas.

Si estamos en el proceso de identificar las oportunidades que ofrece la técnica, hay que generar ideas que puedan repercutir sobre todas las Áreas de la empresa que aplican o pueden aplicar procesos en los que los aspectos técnicos son relevantes. Esta actividad hay que llevarla a cabo de un modo ágil. No conviene empezar de cero. Hay que tener ya modelizada la empresa, sus áreas, sus procesos, la estructura de costes de sus productos, los aspectos que tienen influencia sobre el precio de los productos y sobre las ventas, etc. Todo ello, claramente representado, serán estímulos que favorezcan la generación de ideas.

Cuando ya tenemos un buen "silo de ideas" llega la tarea de priorizarlas, siendo totalmente consecuentes con las conclusiones de nuestro análisis de situación inicial. Es el momento de asumir si tenemos recursos para hacer I+D o plantear innovaciones radicales o si debemos ir "arañando" mejoras incrementales de una serie de "rincones" a los que nuca habíamos dedicado mucha atención. En esta fase el equipo se siente propietario de una serie de buenas ideas y además considera que disponen de los recursos, conocimiento, colaboradores y otras condiciones, que permiten materializarlas. El nivel de autoconfianza y hasta entusiasmo, debe haber subido desde la primera reunión, en la que parece que no hay salida salvo optar a otro empleo.

En la fase de materialización de la idea (Know-How) hay que aportar todo el conocimiento existente (ya sea interno o externo). Esta es la etapa en la que se están implantando las ideas que han sido consideradas óptimas. Es la fase económicamente más costosa y por consiguiente hay que elaborar un plan financiero que no desperdicie ninguna de las ayudas a las que se pueda acceder.

En definitiva, este proceso requiere de muy pocos principios, herramientas y metodologías y de mucha voluntad y sinceridad, capacidad para motivar, generar confianza y traccionar. Si vemos los problemas hay que actuar. Aunque parezca mentira, la voluntad es el elemento crítico en este proceso. En demasiadas ocasiones se va hacia procesos de reflexión estratégica en general y tecnológica en particular sin convicción, para justificar que se ha hecho todo lo posible, esperando que alguien proporcione una solución milagrosa e instantánea en forma de cliente o pedido. Con estas premisas se tarda meses en actuar, la dirección no se implicar totalmente, se busca al colaborador externo más barato o subvencionado o al más caro (para que no digan que se ha escatimado en este tema), no se es suficientemente exigente con el equipo interno ni externo. Al final se consigue elaborar un documento, a ser posible de muchas páginas, de complicada interpretación y materialización.

Si se buscan tendencias tecnológicas o de mercado basta con adquirir un buen informe actualizado por 4000 - 6000 € y leerlo. Pero, por supuesto, eso no es suficiente. Lo complicado es integrar esa información en un Plan de Acción materializable, elaborado a la medida de las capacidades reales (económicas, tecnológicas y temporales) de la empresa, en el que haya participado un equipo de personas que lo asume como propio y que va a sentirse motivado para contagiar entusiasmo al resto de la Organización.

Solo así puede funcionar (Cash-flow)

La "no broma" de la "Casa del Talento"

Los primeros investigadores habitarán la 'Casa del Talento' dentro de año y medio
La residencia, en la que ayer se colocó la primera piedra, pretende atraer a científicos para que desarrollen sus proyectos en Donostia. Constará de 80 apartamentos y requerirá una inversión de 12 millones.
Los primeros investigadores habitarán dentro de año y medio la nueva Casa del Talento, como ha sido denominada la Residencia de Investigadores que se edificará en el solar de la antigua torre de Rozanés en Miraconcha La Residencia de Investigadores, cuya puesta en funcionamiento se prevé para enero de 2011, acogerá 80 apartamentos y servicios comunes para el alojamiento transitorio de personas investigadoras. Se levantará sobre una parcela de 2.086 metros cuadrados.

El edificio constará de 5.000 metros cuadrados sobre rasante y 1.600 bajo suelo, y es el primer paso de un Plan Integral de Acogida para Investigadores que tiene como objetivo reforzar la vinculación de San Sebastián con el mundo científico e innovador, así como atraer personas con talento para que desarrollen sus planes de investigación en la ciudad La edificación de la residencia supondrá una inversión de 9,3 millones de euros. El Ministerio de Ciencia e Innovación aportará 1,5 millones y el de Industria, a través del Plan Avanza, una subvención de un millón y un crédito a interés cero al consitorio para financiar el resto de la obra. A esta cifra habría que añadir la equipación material de la instalación, lo que podría elevar la cantidad final invertida en torno a los 12 millones de euros http://www.diariovasco.com/20090623/local/san-sebastian/san%20-sebastian-residencia-investigadores-200906231605.html

Aunque pudiera parecerlo, la noticia no es una broma. La innovación, esa que nos debe permitir cambiar el, hasta ahora, patrón de crecimiento basado en la construcción, parece que también se soporta en la ladrillo. La obsesión por el ladrillo de nuestros políticos parece enfermiza. En el ladrillo empieza y acaba una gran parte del gasto público teóricamente destinado a potenciar la innovación en España (Centros y Parques tecnológicos ubicados en edificios y entornos singulares).

Realmente no puedo entender que libros leen o que asesores tienen nuestros políticos en materia de innovación. Tal vez no necesiten leer ninguno. Tal vez disponen de mas dinero del que son capaces de gestionar a además no es de ellos. Desde casi cualquier punto de vista, la noticia es un disparate. Uno más.

Las reglas están cambiando: La dimensión de la empresa vs el valor de sus productos o servicios

Las Organizaciones siempre han querido sentir que tienen el poder (todo el poder) y que gestionan sus recursos y actúan sobre el mercado para cumplir los objetivos que se proponen. Para ello, el valor debía estar en la Organización y no las personas que la conforman. Las personas son cambiantes y no son el recurso escaso.

Dimensión, imagen de marca o notoriedad pública, han sido elementos que por si solos han generado confianza. Se promovía por parte de las Organizaciones y asumía parte del Mercado que si la empresa era "valiosa", el producto y servicio proporcionado también lo era. Sinergias, red de relaciones, equipamientos, recursos económicos, servicio integral, capacidad de influencia o presencia global, eran los factores más tangibles que podían ofrecer las Organizaciones grandes al margen de las capacidades individuales de sus empleados y procedimientos operativos que coordinan su actividad.

Es probable que en algunas ocasiones dimensión y valor proporcionado a los clientes vayan de la mano, pero también es cierto que las Organizaciones grandes tienden a caer en la tentación de soportar su capacidad de generar confianza en factores intangibles en lugar de en resultados para el cliente. La gestión de los intangibles es generalmente llevada a cabo por la parte más alta de la estructura organizativa de una empresa y en ocasiones sobrevaloran el valor que proporciona a la Organización su actividad. Las actividades más tangibles son ejecutadas por la base de la pirámide organizativa por lo que es frecuente que no transmitan excesivo protagonismo (solo hacen su trabajo). Esta situación tiene lugar independientemente de que las empresas pertenezcan al Sector del Conocimiento o no. Esta cultura o estrategia empresarial tiende a sobredimensionar la estructura indirecta o no productiva de la Organización y a complicar sus procedimientos administrativos. Ambas consecuencias apuntan directamente a la línea de flotación de su competitividad. Los costes de la estructura no productiva se transmiten directamente a la estructura productiva que deben trabajar más y/o mejor para garantizar la viabilidad económica de la actividad empresarial.

Cuando no es posible tirar de la productividad, la calidad comienza a resentirse. Llegados a un nivel crítico de desequilibrio, las ventajas que ofrecen las Organizaciones grandes no compensan el ratio valor aportado / coste incurrido y comienzan los problemas. En las actividades basadas en el conocimiento esta situación es más complicada porque una parte muy significativa de la productividad y calidad de los productos y servicios comercializados dependen exclusivamente de los empleados (capacidad, motivación, alineamiento, etc.). En contextos de crisis, el dinero es un bien escaso y se exprime y extiende el concepto "lean" a todas las actividades empresariales.

Los análisis de coste - valor de los procesos internos y de precio - valor de las actividades subcontratadas son más rigurosos. En este punto los activos más intangibles de las Organizaciones se valoran menos, centrándose la confianza en el valor aportado. Las Organizaciones deben saber identificar y valorar, con datos, qué personas o Áreas aportan más y más claramente valor y saber cederles parte del protagonismo en la toma de decisiones.

Hay que identificar los factores que proporcionan ventaja competitivita a las mini o micro empresas y a las grandes y hacerlos convivir en una misma Organización. Si esto no es posible o no se sabe hacer, la dimensión de la Organización deja de ser una ventaja y se convierte en un lastre.

Para qué sirven los World Café

El mundo de las ideas, del conocimiento, de la innovación, de la respuesta a los problemas y oportunidades, gira en torno a la cantidad, a la excelencia al hacer las cosas, a la asunción de riesgos y a la aceptación del fracaso. Y fundamentalmente se soporta en la voluntad real de querer generar y movilizar ideas con una finalidad. Para ello, la participación de variados perfiles personales y profesionales puede contribuir a aportar cantidad y calidad a las ideas.

El conocimiento y visión de los especialistas no tiene por qué diluirse en un océano de motivación e imaginación profana. No obstante, nunca he creído en la hoja en blanco. Por razones de economía de recursos, aportación de estímulos y aprovechamiento del silo de ideas ya existente, considero que es más práctico partir de conocimiento estructurado que de una hoja en blanco. Eso sí, un conocimiento preliminar cuestionable, modificable, sustituible y, en definitiva, no presentado como premisa de partida. Tampoco comparto el bajo nivel de exigencia de muchos "ejercicios colectivos" de generación de ideas.

Cuando movilizamos a personas y tratamos de ilusionarlas y motivarlas para que aporten y compartan ideas con una finalidad, tienen que sentir que esas horas de trabajo son valiosas y que los resultados también deben serlo. En ocasiones, parece que la generación de ideas forma parte del mundo de los juegos o la diversión y que para hacer las cosas de aplicación práctica debemos utilizar los procesos de siempre, de la única manera posible…la del que manda. Esto, fundamentalmente denota escasa voluntad y confianza en las personas y las ideas, principalmente las nuevas ideas.

Hace unas semanas Innobasque (Agencia Vasca de Innovación) anunció que pretendía movilizar a 5000 personas del País Vasco en una jornada denominada Woka Euskadi, con el objetivo de buscar soluciones y alternativas a la crisis. Pero, ¿Cuántas personas movilizaron? ¿Cuáles han sido los resultados de esa movilización? ¿Cuántas ideas no obvias han sido generadas y con que nivel de factibilidad de implantación? ¿Por qué todavía no ha sido comunicado el valor extraído de esa acción colectiva? O ha sido solamente un ejercicio, una escenificación, una prueba piloto o…nada. Echemos cuentas: 5000 personas x 4 horas x 35 €/hora (por ejemplo) = 700.000 € sin incluir los costes de preparación, difusión, etc. ¿Cómo recuperamos, multiplicado, ese coste para la finalidad prevista?

Considero que el coste social de estos ejercicios es todavía mayor que el valor negativo que, en demasiadas ocasiones, genera. Lo malo no es que no rentabilicemos "para el fin anunciado" la inversión, sino que transmitamos a los participantes que estas cosas son solo un juego. Construir cultura innovadora en una sociedad es un tema difícil que exige, como para todo, voluntad, ideas, metodología y capacidad de gestión. No es imprescindible que toda la sociedad comparta y se implique en estas actividades pero sí que todos los implicados remen en la misma dirección.

El iceberg de la crisis

Nos hemos golpeado contra él y nos dedicamos fundamentalmente a valorar los datos, tapar la grieta con las manos y tratar de mantenernos a flote confiando en que la vía de agua se autorepare o termine quedando por encima de la línea de flotación. Pero ¿Qué hacía el iceberg ahí?, ¿Cómo es de grande? ¿Cómo evitaríamos otro choque? ¿Qué materiales necesitamos para actuar rápidamente y minimizar los daños?
Considero que estas son las cuestiones que necesitarían nuestra máxima dedicación.

El poder de la Innovación: O todo o nada

Qué rápidamente pasamos del blanco al negro. Esto es frecuente cuando no se profundiza en las ideas y solamente se expresan titulares. Llevamos varios meses escuchando a "nuestros expertos" decir que para salir de la crisis debemos de hacerlo de la mano de la Innovación, principal elemento capaz de propiciar un cambio de modelo de crecimiento. Ahora, algunos han empezado a darse cuenta de que la Innovación no parece que sea una herramienta para el corto/medio plazo y por consiguiente vuelve a perder el protagonismo verbal que había suscitado el último semestre. Esta situación se parece un poco al cambio español en el ámbito del ferrocarril.

Estamos pasando de los trenes, precios y trayectos a 50 km/hora a los AVE a 300 km/hora. Parece extraño que sea aquí donde se sitúa el óptimo. El contexto español de crisis puede ser extraordinariamente grave y sus consecuencias pueden llevar a una crisis social de consecuencias difícilmente calculables. Por consiguiente, la situación requiere explorar y explotar todos los elementos que puedan contribuir a amortiguar lo antes posible esta situación y a consolidar los cimientos de un nuevo modelo económico y, por qué no, tal vez también social. Y seguro que la Innovación es uno de estos elementos.

Posiblemente la Innovación no debamos entenderla como destinar más fondos públicos a grandes proyectos de I+D para unas pocas empresas con suficiente capacidad de justificación como para poder proponer Líneas de Investigación que nunca acometerían con recursos propios. Debemos identificar el óptimo en el conjunto: Innovación - Plazo - Coste. Cada uno de estos términos se despliega en multitud de voces y llevan hasta actividades concretas, con alcances fácilmente identificables y costes calculables. Es decir, de lo abstracto podemos llegar a lo concreto (objetivos, costes, plazos, etc.) y a partir de este punto Analizar - Implantar - Medir y Controlar los resultados. Al fin y al cabo es lo que hacen miles de empresas en sus procesos de mejora…y consiguen mejoras. ¿Es que en el ámbito de lo público esto no es posible? ¿Tan difícil es objetivizar?

Los que mandan son los últimos en conocer la situación real

He encontrado un artículo que explicaría por qué nuestros políticos no han acertado a diagnosticar la gravedad de la crisis y sus consecuencias. Por supuesto, esta explicación es válida si usted todavía es de los que cree que nuestros políticos pecan solamente de carencias de aptitudes y no de actitudes: Los directivos son los últimos en recibir las malas noticias Generalmente no quieren oírlas, pero éste es sólo uno de sus principales errores de comunicación Stever Robbins, un experto en comunicación corporativa, asegura en un artículo recién publicado por la Harvard Business School que los directivos son los últimos en recibir las malas noticias principalmente porque no van en busca de ellas.

Este es sólo uno de los errores que respecto a la comunicación comenten los directivos. En su lista, Robbins también incluye la mentira, el ocultar la verdadera situación de la empresa o usar los medios a su alcance para comunicarse de un modo equivocado. La mayor parte de estos problemas se solucionan con el diálogo, con un diálogo franco. La comunicación con los niveles más bajos de la organización es clave en momentos de crisis. Pese a que hay absoluta coincidencia en esta afirmación, lo cierto es que los directivos tienden a cometer siempre una serie de errores que repercuten en dicha comunicación y en sus resultados.

El experto en comunicación Stever Robbins, ha hecho un análisis de los errores más comunes en un artículo publicado por Harvard Business Review. El más llamativo es que los directivos son los últimos en recibir las malas noticias. En primer lugar de esta lista estaría comunicar algo controvertido “sin haber hecho un trabajo de campo previo”. Se refiere al hecho de que los anuncios contro-vertidos o delicados suelen engendrar rumores, ansiedad o resistencia. Robbins considera que, en lugar de hacer este tipo de anuncios a un grupo, antes habría que entablar una conversación con un grupo pequeño o con una persona para conocer sus objeciones o sus críticas. El diálogo es fundamental para ahuyentar esa tensión. Dar nombre al problema sería el primer paso.

Las reorganizaciones, los cambios de estrategia o un cambio entre departamentos son los temas que más tensión provocan. El diálogo abierto la calma. Además, es necesario estar al tanto de nuestro lenguaje corporal, ya que en muchas ocasiones es a través de ese diálogo como mejor nos podemos comunicar en la ansiedad. El artículo también habla de la mentira. Algunas mentiras o medias verdades son bienintencionadas. Algunos temas han de permanecer en secreto mientras están bajo nego-ciación, pero hay que tener cuidado con cómo mante-nemos nuestros secretos. Si la gente se da cuenta de que estamos mintiendo, dice Robbins, correremos el peligro de que pierdan la confianza en nosotros.

En lugar de mentir, Robbins recomienda que se practiquen frases como “No puedo responder a esto ahora mismo” cuando se nos pregunte por algún tema delicado. Ignorar la realidad Suele ocurrir que los puestos más altos de una organiza-ción no se enteran de las malas noticias hasta que éstas no son inevitables. Algunos directivos cuanto más poder tienen menos han oído algo sobre los problemas. Esta es la naturaleza humana: los problemas se filtran según van subiendo a través de la jerarquía corporativa. Los directivos no tienen que esperar a que las malas noticias les lleguen, sino que “tienen que buscarlas” y dar su punto de vista sobre ellas. Otro de los consejos que da Robbins en su artículo es ponerse a la altura de la audiencia. Por eso, si el directivo sospecha que no está siendo comprendido, tiene que hacer un esfuerzo extra y darse cuenta de que esta función forma parte de su trabajo. A este respecto, los directivos tienen la tendencia a maquillar los problemas cuando están motivando a su equipo.

Si las cosas no van bien, ese equipo probablemente esté más al día de esos problemas que el propio directivo. En lugar de tapar, es más inteligente “echar mano” de sus destreza para encontrar soluciones. Según el artículo, una de las tendencias más extendidas es la de usar medios de comunicación inapropiados. Por ejemplo, el correo electrónico es un medio muy útil, pero pierde esa utilidad cuando se trata de abordar asuntos más emocionales. El e-mail puede provocar malos entendidos. Escuchantes y lectores Sin embargo, una llamada telefónica o una reunión cara a cara es un método poco eficiente para diseminar una información, pero excelente para discutir. Es el mejor modo para ver cómo reacciona nuestro interlocutor, sus rasgos, sus expresiones faciales etc. Robbins divide a la gente en “escuchantes” y en “lectores”. Los primeros no se van a centrar en escribir informes, sino que tenderán a hablar lo más que puedan.

Los lectores están encantados de recibir memorandos pero hablarles no es el mejor modo para conseguir su fidelización. Los directivos no han de tener miedo de preguntar a la gente cómo quieren recibir la información de su parte. Fuente: Raúl Morales - Tendencias21 http://www.tendencias21.net/

Y sobre esta crisis ¿tenemos algo que aportar?

Pensaba que la actual crisis actuaría como un revulsivo promotor de nuevas ideas que aportaran propuestas de cambio o mejora al actual modelo económico. Pero pasa el tiempo y todos parecemos instalados en la idea de que "esto" se resuelve solo. Resuelta la crisis financiera, resuelto todo lo demás. Y la crisis financiera la resolvemos poniendo en marcha la máquina de imprimir dinero.

No sé si esta sensación es solo eso o es ciertamente una realidad. Si fuera una realidad, tampoco comprendo si se debe a falta de voluntad o a que la dimensión planetaria del problema es demasiado grande para la "caja de herramientas" disponible. En cualquier caso, percibo un bajo interés en promover, divulgar y debatir ideas que pudieran dar respuesta a la crisis y sus consecuencias.

Incluso la muy reconocida empresa tecnológica Google parece haber renunciado a continuar con su proyecto "10 elevado a 100", convocatoria de ideas para cambiar el mundo ayudando a tantas personas como sea posible. Mucho me temo que la mayoría de nosotros con más, menos, mejores o peores ideas, con mayor o menor interés en aportar alguna de nuestras capacidades a la búsqueda de soluciones para lo que parece que no marcha bien, somos parte de las causas del problema.

Es muy probable que las soluciones, o al menos la voluntar de solucionar, no pueda surgir del mismo lugar del que surgen las causas del problema. Tal vez sean los que están "en el otro lado" los que más resolutivamente quieran participar en la solución de los problemas, ahora bien, posiblemente ellos no lo quieran hacer desde el terreno de las ideas.

¿Cual es el Plan para gastar mejor?

Garmendia: "Ninguna empresa ni científico se van a resentir por la austeridad"

La ministra de Ciencia e Innovación asegura que ningún proyecto de investigación se verá afectado por el ajuste del gasto público Publicado en "El País" - 20/05/2009 La ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, ha asegurado hoy que ninguna empresa innovadora ni ningún científico español "se van a ver resentidos" en la financiación de sus proyectos de investigación a consecuencia del ajuste del gasto público aprobado la semana pasada.

La ministra respondía así en el Pleno del Congreso al diputado del PP Gabriel Elorriaga sobre dicho ajuste, aprobado el pasado jueves por el Consejo de Ministros, que supone un recorte de 289,66 millones de euros para el Ministerio de Ciencia e Innovación. Garmendia ha subrayado que tanto las empresas de innovación como los científicos "están llamados a ser grandes protagonistas" del cambio de modelo económico en España.

La ministra ha asegurado que el Ministerio no ha sufrido ningún cambio respecto a las competencias en materia de ciencia e innovación y ha destacado que desde el año 2005 la inversión pública en I+D+i se ha triplicado y por primera vez en la historia de España está por encima de la media de los países europeos. Ha considerado que en época de crisis "no siempre es posible gastar más, pero siempre es posible gastar mejor" y ha insistido en que "la ciencia española dispone hoy de tres veces más recursos públicos de los que disponía en la última época del Gobierno de Aznar". Ha resaltado también que los presupuestos en I+D+i crecieron más del año 2004 al 2008 que en los últimos ocho años en los que gobernó el PP, así como que la inversión pública y privada de este sector respecto al PIB en 2005-2007 ha crecido más que en los catorce años anteriores. El diputado del PP ha criticado que a pesar de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunciase en su discurso de investidura que iba a doblar los recursos para ciencia e innovación, en los Presupuestos Generales del Estado presentados cinco meses después el gasto no financiero atribuido al Ministerio de Ciencia e Innovación disminuyó un 5,1%. Además, Elorriaga ha lamentado que en el ajuste presupuestario aprobado el pasado jueves este Departamento haya sido "el peor tratado", ya que el 30% del recorte "fue para la ciencia".

¿Es esta la forma de apoyar la ciencia y la innovación?", ha preguntado el diputado, quien ha pedido a la ministra que "haga uso de su condición de independiente y denuncie el maltrato que está sufriendo la ciencia y probablemente con eso contribuirá más a solucionarlo" Si como señalamos hace unos días... "I+D y ayuda al desarrollo, principales afectados por el plan de recorte fiscal de 1.500 millones El Ministerio de Ciencia e Innovación será uno de los más perjudicados por el recorte de gasto de 1.500 millones de euros que anunció el ex vicepresidente económico Pedro Solbes el pasado febrero, mes y medio antes de abandonar el Gobierno, informa Europa Press.

En una respuesta parlamentaria remitida por el Ejecutivo al Congreso, se informa de que las aportaciones patrimoniales de 422,6 millones de euros incluidas en el presupuesto de este departamento se verán recortadas en 129 millones, al mismo tiempo que se renunciará a ejecutar el crédito del que disponía para realizar aportaciones al CDTI para proyectos de I+D+i en el área de la energía por importe de 30,2 millones de euros.

Sin salir de las partidas tecnológicas, Industria confirma un recorte del 50% en la partida prevista para la aportación a Red.es, hasta los 50 millones de euros…." Cinco Días - Madrid - 28/04/2009 ¿Como puede no suceder nada cuando se produce un recorte de presupuesto de 1.500 millones?

Estaría sinceramente muy interesado en conocer el proceso de mejora aplicado por el Ministerio de Ciencia e Innovación para que un recorte de presupuesto de 1.500 millones no tenga consecuencias en la comunidad científica ni en las empresas.

Aproximación a las causas, consecuencias y soluciones a la crisis

Cuando nos enfrentamos a un problema, parece que nuestra mente está predispuesta a, antes de nada, plantear soluciones. Nuestra cultura latina es especialmente proclive a dedicar mucho más tiempo a probar soluciones, en ocasiones con sistemas de acierto - error, que a analizar las causas de los problemas. En los ejercicios, mas o menos sinceros de análsis de la actual crisis, el objetivo frecuente es proponer soluciones y no tanto identificar causas y consecuencias.

Existe una tendencia a valorar la identificación de las causas como búsqueda de culpables, revanchismo o manifestación de negatividad. Dentro de las Organizaciones es frecuente la sentencia "no acepto ningún problema sin propuesta de solución" perdiendo así la información sobre el problema y, por supuesto, también la solución. La dedicación a la solución se percible más proactiva que la identificación de las causas, por muy importante que están sean para la solución del problema.

Consecuencia de lo mencionado es que, finanlmente, nos sumergimos en una noria de implantaciones de soluciones que nos lleva a tocar la mayoría de las variables que determinan la calidad de un proceso sin saber si lo hemos resuelto o no y por qué.

Gestión en la Innovación y la Creatividad en las Organizaciones

Considero que hay 3 elementos favorecedores o limitadores de la cultura creativa e innovadora en las Organizaciones que, no por obvios, se gestionan adecuadamente:

1. Los límites de la Dirección no son los límites de la Organización
2. La cultura participativa permite extraer y aprovechar mejor el conocimiento contenido en la Organización
3. Las fuentes de información más fiables no suelen ser las fuentes de información más usuales.

Naturalmente, para cada empresa estos factores no son determinantes de igual manera. Cuanto, más basada en el conocimiento sea un actividad y más alto en nivel formativo de sus empleados, mayor será el valor contenido en los elementos mencionados.

1. Los limites de la Organización y los límites de la Dirección
Es frecuente que los equipos directivos equiparen su confianza o capacidad para asumir retos a la capacidad de la Organización en su conjunto. Este "sentimiento" se convierte en algo positivo cuando el nivel de autoconfianza de la Dirección es alto y se convierte en un elemento tractor para todos los empleados. Pero cuando la confianza o capacidades de la Dirección son bajas, se convierten en un elemento limitante para toda la Organización que percibe un bajo nivel de exigencia o de reto.

2. La extensión de la participación y sus consecuencias sobre la cantidad y la calidad
Las responsabilidades de los niveles gestores, en la estructura organizativa de las empresas, suele extenderse más allá de lo que es específicamente gestión. Esta circunstancia puede tener diferentes razones o combinación de ellas: baja calidad en la comunicación con los colaboradores, presunción de mayor y mejor visión que el resto del equipo, deseo de controlar y protagonismo, incorporar contenidos más creativos al trabajo, etc. Las consecuencias de esta práctica suelen ser el desaprovechamiento de capacidades colectivas y empobrecimiento de la orientación al cliente, negocio o calidad así como la atenuación del nivel de predisposición y compromiso de las personas.

3. El valor de las fuentes de información "independientes" dentro de la empresa
En las Organizaciones fuertemente piramidales la interlocución suele ejercerse principalmente entre niveles contiguos y por consiguientes como vía, casi exclusiva, de comunicación de la Dirección aparece en nivel inmediatamente inferior. Esta situación ofrece el riesgo de que la información transmitida esté demasiado supeditada al deseo autojustificar calidad, cumplimiento de objetivos o voluntad de generar confianza en el nivel superior. Por consiguiente es importante identificar fuentes de información, de contraste, menos susceptibles de aportar segundos intereses.

Sobre la jerga científico tecnológica y su reflejo o consecuencias en la sociedad

Considero que uno de los síntomas que más evidencian la baja sensibilidad de la sociedad española respecto al conocimiento en general y la tecnología en particular es la jerga inventada, supongo que por los medios de comunicación y aceptada y aplicada por casi todos. "Tecnología" parece ser todo lo que tiene que ver con las tecnologías de la información y la comunicación (hardware, software, telefonía, TDT, etc).

Subvencionar la compra de un PC para bajarse películas y ver sexo, por ejemplo, es promover el "Desarrollo Tecnológico". "Ciencia" está habitualmente asociado a ciencias de la vida y astrofísica. Lo demás es un cajón de sastre que podría englobarse bajo el término "Ingeniería". Para el mundo industrial, I+D+i engloba el Desarrollo de Producto (que puede representar más del 90% de la actividad técnica de una empresa) y que ni mucho menos es I+D, sino renovación de la gama de producto. Por supuesto, en el proceso de Desarrollo de Producto se incorpora toda la innovación posible que permita actuar sobre las claves de negocio (coste, prestaciones, calidad, capacidad de fabricación, etc.).

La Administración acepta de buen grado que las empresas incorporen el Desarrollo de Producto en el apartado I+D+i. Sin embargo, en los Programas de Incentivación a la I+D+i que diseñan las Administraciones, explicitan que las temáticas de proyecto deben ser claramente pre-competitivas y de marcado carácter científico, aunque esto implique generar conocimiento de aplicación a largo plazo y de alto riesgo de fracaso. ¿No se puede interpretar esta situación como una clara contradicción que nada favorece la sincronía entre necesidades de la industria y capacidades de los Agentes Tecnológicos? ¿Por qué nos da miedo decir que debemos de orientar una gran parte de nuestros activos tecnológicos a ayudar a las empresas a fabricar y comercializar mejores productos?

Considero que ya sabemos cuales son las peculiaridades de nuestro tejido industrial que no se parece mucho al alemán, holandés o finlandés. Considero que sería muy difícil de argumentar, con datos, que nuestro país necesita más I+D que innovación u optimización y Desarrollo de Producto y Procesos. En este contexto se explica lo que está ocurriendo en nuestra sociedad. En cuestión de días, incluso de horas, pasamos de decir que la Innovación es el elemento principal que debe promover el cambio de modelo de crecimiento económico, a ser una de las primeras partidas económicas que se recortan.

Por supuesto que, en el orden de prioridades para amortiguar, en el corto plazo, las consecuencias de esta crisis, parece razonable que no esté la I+D+i no esté en las primeras posiciones. Pero considero que sí lo está, poner en marcha toda nuestra capacidad científico - tecnológica al servicio de la sociedad en general y del tejido industrial en particular. Posiblemente nuestro planeta está más necesitado de un cambio de modelo que de I+D+i pero, mientras la masa crítica que comparte este sentimiento no aumente o la fuerza de los hechos nos obligue a ello, deberemos seguir "sobreviviendo" de la mejor manera posible en el actual escenario socio - económico global.

Sobre como se cumple el VI Plan Nacional de I+D+i (2008-2011)

Los científicos, preocupados por la congelación del I+D El incremento de inversión para 2009 es seis veces menor de lo previsto 

"La Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE), una entidad que agrupa a más de 30.000 investigadores, mostró ayer su preocupación por la congelación del presupuesto del Gobierno para I+D+i. En uno de los dos informes que presentó ayer, COSCE apunta que en los Presupuestos está previsto destinar 9.637,04 millones de euros a investigación científica y tecnológica en 2009, lo que supone un incremento del 2,5% sin contar con la inflación. La cifra se aleja mucho del incremento anual de recursos del 16% previsto en el VI Plan Nacional de I+D+i (2008-2011).

La intención es lo que cuenta

Dicen que no es el cuchillo, sino la intención de quien lo utiliza. En los procesos de cambio, evolución, desarrollo, innovación... no es verdad que lo determinante sean los métodos y herramientas. El factor crítico que más influye en el resultado es la intención de los involucrados, y especialmente de los que dirigen el proceso. 

Decía un afamado terapeuta que cuando un paciente realmente quiere curarse, basta soplarle suavemente para que lo consiga. Las herramientas pueden ser las mismas, pero no obtiene el mismo resultado quien aspira a controlar una organización que quien aspira a ayudarla a desarrollar su máximo potencial. Y, por supuesto, a menudo no basta preguntar a alguien para conocer su auténtica intención... a menudo a uno mismo le cuesta entender la suya propia, conocerla y, sobre todo, reconocerla... Alfonso Longo - 30 de Abril de 2009 http://www.alfonsolongo.blogspot.com/

La I+D+i, tangible o intangible

Pasan los meses y los años y los políticos, empresarios, comunidad científica y ciudadanos en general siguen diciendo que la Innovación es un asunto con alta incidencia sobre el saludable desarrollo económico de un país. Las empresas y los Agentes Tecnológicos siguen reclamando más fondos para igualarnos a los socios europeos con los que quisiéramos compararnos.

Los políticos crean programas para incentivar la I+D+i a los que destinan importantes partidas económicas ("…aunque todavía insuficientes"). Con una frecuencia frenética se inauguran Parques Tecnológicos, Centros de Investigación en Nanotecnologías y Ciencias de la Salud, casi siempre en edificios singulares. Las empresas de artes gráficas y la infografía se ocupan de elaborar prospectos, Annual Reports y documentos de intenciones a juego con los colores corporativos elegidos para estas "instituciones".

Pero… ¿Donde están los resultados? ¿Cómo vuelve multiplicada esta inversión a la sociedad? Da la sensación de que la I+D+i en España es más gasto que inversión. Parece que el fin son las inauguraciones, las memorias técnicas y las actividades administrativas para conseguir y justificar los fondos recibidos. Por supuesto algo…algo se consigue pero ¿es suficiente?, ¿es rentable la I+D+i en España?

Creo que, por ahora, no es rentable para la sociedad en general y el tejido productivo en particular. ¿Es cuestión de tiempo? ¿De dinero? ¿De conocimiento? ¿De organización? ¿De voluntad real? ¿De cultura empresarial? Posiblemente de todo un poco. Pero es absolutamente imprescindible diseccionar los factores que afecta a los resultados de la I+D+i y obtener conclusiones respecto a cómo mejorarlos y, si es posible, implantar y controlar las medidas que de estos planes se deriven.

No nos instalemos en la idea de que los resultados de la I+D+i se materializan a largo plazo. Es sencillamente falsa cuando se analiza la globalidad de la actividad. No transformemos la I+D+i en un intangible porque no lo es. Es cierto que "se vive mejor" gestionando actividades intangibles porque en el mundo de lo tangible los resultados se justifican solos. Evidentemente hay actividades científicas pre-competitivas, cuyo objetivo esencial es la generación de conocimiento, que no pueden ser medidas con criterios de competitividad a corto o medio plazo. Igualmente hay programas de investigación trabajando en necesidades sociales planetarias que difícilmente encontrarían un cliente que financie o rentabilice estos trabajos. Pero al mismo tiempo, hay muchos recursos económicos destinados a desarrollar I+D+i industrial, para los que el cliente son empresas que ya operan en le mercado y que sí se rigen por criterios de rentabilidad en "todas" sus actividades para las que el "largo plazo" no existe.

Valoración verbal y real de la innovacion en España

Recorte de gasto I+D y ayuda al desarrollo, principales afectados por el plan de recorte fiscal de 1.500 millones "El Ministerio de Ciencia e Innovación será uno de los más perjudicados por el recorte de gasto de 1.500 millones de euros que anunció el ex vicepresidente económico Pedro Solbes el pasado febrero, mes y medio antes de abandonar el Gobierno, informa Europa Press.

En una respuesta parlamentaria remitida por el Ejecutivo al Congreso, se informa de que las aportaciones patrimoniales de 422,6 millones de euros incluidas en el presupuesto de este departamento se verán recortadas en 129 millones, al mismo tiempo que se renunciará a ejecutar el crédito del que disponía para realizar aportaciones al CDTI para proyectos de I+D+i en el área de la energía por importe de 30,2 millones de euros.

Sin salir de las partidas tecnológicas, Industria confirma un recorte del 50% en la partida prevista para la aportación a Red.es, hasta los 50 millones de euros…." Cinco Días - Madrid - 28/04/2009

¿Y que hay de lo repetido hasta la saciedad, también por los políticos, durante estos meses respecto al papel que la innovación debe jugar en el cambio de modelo productivo español? La innovación parece seguir siendo un elemento cosmético en la política española.

Más sobre la crisis y el cambio de modelo económico

Los mensajes sobre la crisis y sus consecuencias se pueden presentar con dos tonos:

1. El pretendidamente optimista. "No llegaremos a...", "nos estamos preparando para...", "todos juntos saldremos de esta...", "estamos llegando al final de lo peor...", etc. Los partidarios de ese tipo de mensajes consideran que parte de la solución está en la confianza y estado de ánimo de los ciudadanos y por consiguiente hay que tratar de que éste sea alto.
2. El realista. Este mensaje puede ser sincero e independiente o puede pretender, fundamentalmente, desgastar al adversario político. El realista no se anda con historias y expone que "las cosas están mal y pueden estar peor...", "nos costará muchos años salir de esta crisis...", "nos vayamos acostumbrando a ser menos ricos que lo que éramos hasta ahora...".

Ambos tonos, en el caso de que se soporten en la sinceridad, rigor y conocimiento, serían en si mismos, lógicos y válidos. Pero vivimos, cada vez con más intensidad, en un contexto de equidistancias, respeto a todas las sensibilidades, asertividad y mensajes políticamente correctos que nos lleva a desatender el origen o causas de los problemas. Parece que el mensaje y su tono son el principio y final de cualquiera de las temáticas que se traten. Ya está bien de andarnos con efectismos, escenificaciones u objetivos subliminales. Lo primero es saber lo que nos ocurre, por qué nos afecta tanto, cuantificar sus consecuencias e identificar los activos de los que disponemos para afrontar el problema en el corto, medio y largo plazo.

Toda la opinión e información que nos ayude a responder a las preguntas anteriores, aunque sea dolorosa, nos desanime o profundice nuestro pesimismo, debe ser bien recibida porque será necesaria para saber elaborar un plan de éxito. Cuando tengamos un plan, nos lo creamos, lo expongamos y expliquemos a la sociedad, será el momento de inyectar todas las dosis posibles de ilusión, confianza y motivación. Solo entonces nos habremos ganado el derecho a tratar de influir en los "sentimientos" de las personas.

Siento que, también en esta crisis, los ciudadanos no tenemos ni idea del plan y esto genera mucha desconfianza en la capacidad de nuestros políticos, además de interpretar sus anticipados mensajes optimistas como engaños o demostración de incapacidad en el diagnóstico de los problemas. Los que se "animan" a ahondar en las soluciones, hacen exposiciones genéricas sobre el necesario cambio de modelo económico español y el protagonismo que debe tener la Innovación en este cambio. Y ¿ya está?. Esto es solo un titular, una expresión de interés, incluso una obviedad. ¿Quienes están elaborando el plan? ¿Hay alguien al otro lado? ¡No oigo nada...!

El contexto, políticamente incorrecto, de la innovación tecnológica en la industria española

Demasiadas empresas siente muy cerca la amenaza de su falta de competitividad. Otras empresas que no sienten o no habían sentido hasta ahora esta amenaza, no demuestran que lo estaban haciendo bien (o lo tenían todo controlado) sino más bien evidencian que determinado contexto de bonanza económica, les "pilló" fabricando algo que "tenía salida" en le mercado.

En ambas situaciones, el panorama suele ser el siguiente:

1. En pocas ocasiones la Dirección reconoce (real y no verbalmente) como estratégico para su empresa la actividad de innovar y su capacidad para generar valor.
2. En pocas ocasiones una reflexión estratégica sobre en qué, cómo y con quien innovar, comienza por un análisis de los activos de la empresa (recursos económicos disponibles, capacidades de las personas, metodologías de trabajo, etc.)
3. En pocas ocasiones un proceso de innovación parte de un enfoque concreto, sustentado en datos (Qué quiero hacer, por qué puedo alcanzarlo, que y cuanto voy a ganar con ello)
4. Existen pocos agentes externos en los que una empresa pueda apoyarse para definir su estrategia de Innovación hasta su materialización, capaces de demostrar que pueden convertir sus servicios en valor.
5. Mayoritariamente, los aspectos asociados a Innovación se desarrollan con muy poco rigor, siguiendo generalmente el esquema siguiente:
a) La verdad absoluta de partida. La Innovación es clave para mejor la competitividad de las empresas
b) Una presentación PowerPoint aportada por la propia empresa o por una Consultora externa desarrolla un proceso de intenciones a seguir para convertir una organización en Innovadora. No faltan los cronogramas y una mención a las metodologías a aplicar muchas veces soportadas en herramientas de dinamización de equipos de trabajo.
c) Casi nunca se explicita la aportación tecnológica necesaria para avanzar con la celeridad necesaria en un proceso de debe permitir identificar las líneas de actividad óptimas e implementarlas con la eficacia y eficiencia necesarias para que el proceso global sea competitivo.
d) De aquí se salta directamente al brainstorming, a la hoja en blanco y a horas y horas de debates más o menos amenos.
e) El resultado final es habitualmente decepcionante, con demasiadas conclusiones obvias o ya conocidas y más habitualmente la reflexión se va diluyendo hasta desaparecer, si no fuera porque siempre alguien debe elaborar un informe escrito que generalmente emplaza a una segunda fase que casi nunca llegará.

Considero que este es el cado de cultivo para el que hay de desarrollar modelos, métodos y políticas de incentivación a la I+D+i.

"¡Es la tecnología, estúpido!"

Las estructuras tecnológicas españolas, principalmente privadas, están repletas de gestores, coordinadores y controladores, en ocasiones muy por encima del número de activos a gestionar coordinar y controlar. Este no es un tema exclusivo del Sector del Conocimiento, sino de todo el ámbito empresarial en general. Algunos han alimentado durante años la idea, que de tanto repetirla parece ser cierta, de que las funciones que más valor añadido aportan a las organizaciones son las de "gestión" (término amplio, difuso y sobretodo intangible). Si esto no está claro que sea cierto en actividades manufactureras "simples", ni mucho menos lo es en modelos de negocio basados en el conocimiento, como la ciencia y tecnología. Evidentemente, la visión de la Dirección debe determinar los objetivos, el camino de la Organización, la estrategia para conseguirlo…y poco más. También parece aconsejable para haya entrenadores - dinamizadores - motivadores que actúen sobre los aspectos más "personales" de los "empleados". En el mundo de la economía competitiva, las actividades de gestión, coordinación, control y otras, son necesidades inevitables pero no deseables (igual que la generación de empleo o el humo que sale por la chimenea). Un porcentaje demasiado alto de los recursos consumidos en I+D no son para hacer I+D sino para el propio mantenimiento de las organizaciones y sus estructuras internas convirtiéndose esto en otro lastre que dificulta la generación de valor procedente de la actividad investigadora.

¿Qué ha ocurrido con la convocatoria de Ideas de Google denominada "10 to the 100"?

El proyecto 10100 (o Proyecto 10 elevado a 100) es una iniciativa de Google para cambiar el mundo ayudando a tantas personas como sea posible a la que han prometido destinar 10 millones de dólares para un máximo de 5 ideas. Se trata de una convocatoria de ideas clasificadas en las temáticas siguientes:

Comunidad: ¿Qué podemos hacer para que las personas se comuniquen, creen comunidades y protejan culturas únicas? Oportunidad: ¿Qué podemos hacer para que las personas y sus familias opten a mejores oportunidades? Energía: ¿Qué podemos hacer para adoptar energías más económicas, ecológicas y seguras? Medio ambiente: ¿Qué podemos hacer para fomentar un ecosistema mundial más ecológico y sostenible? Salud: ¿Qué podemos hacer para que las personas puedan vivir más tiempo y con más calidad de vida? Educación: ¿Qué podemos hacer para que más personas tengan un mayor acceso a una educación mejor? Hogar: ¿Qué podemos hacer para que todas las personas tengan un lugar seguro para vivir? Miscelánea: Algunas veces las mejores ideas no responden a ninguna categoría. Junto al título de la idea se solicitaba información respecto a alcance (¿a cuántas personas afectaría esta idea?) impacto (¿qué impacto tendrán en las personas? ¿es urgente cubrir esta necesidad?) posibilidad de realización (¿se puede ejecutar esta idea dentro de un año o dos?) eficacia: (¿es simple y rentable la idea?) y efecto (¿cuánto durarán los resultados de esta idea?) De acuerdo con las bases de la convocatoria el premio es aportar "buen karma" y la satisfacción de saber que la idea puede realmente ayudar a muchas personas .Una selección de empleados de Google revisaría todas las ideas y seleccionaría 100 para que el público las vote y seleccione 20. Un grupo de expertos elegirá un máximo de cinco ideas finalistas, que se financiarían y se llevarían a la práctica. La convocatoria se cerró el 20 de octubre de 2008 y desde entonces se ha ido incumpliendo y retrasando el anuncio de la selección de finalistas hasta dejar de aparecer una fecha objetivo. Coincidiendo con esta situación, Google ha anunciado que crea un fondo de capital riesgo para invertir en empresas tecnológicas (Google Ventures).

Este fondo buscaría apoyar empresas de los campos de la informática, biotecnología, medicina, tecnologías limpias, etcétera. En cuanto al capital disponible, el nuevo fondo declara: "Somos capaces de invertir cantidades que van desde el capital inicial hasta decenas de millones de dólares, dependiendo de la fase en la que se encuentre la oportunidad y la necesidad de capital que tenga la compañía". Los creadores de Google Venture aseguran, así mismo, que la creación del fondo no es una estrategia para adquirir compañías en el futuro a mejores precios.

Sobre patentes y propiedad industrial

Existen dos puntos de vista antagónicos respecto al asunto de las patentes. Por una parte están quienes consideran que el espíritu de la función de las patentes ha quedado desvirtuado al convertirse en un negocio en sí mismo en manos de gabinetes jurídicos y no tanto en una salvaguarda de conocimiento para quien han desarrollado una innovación tecnológica que puede aporta valor a la sociedad. Por otra parte se sitúan quienes consideran que la explotación de los derechos de propiedad permite a los Agentes Tecnológicos salir de esa espiral de venta de horas en lugar de venta de valor. Por consiguiente, para unos la actual ley de patentes, incluso entorpece el desarrollo tecnológico y para otros es un pilar en el que soportar un nuevo modelo de negocio en el que los proyectos de I+D se cobren por el valor aportado y no por los recursos consumidos en su ejecución. Al final quien decide es el Mercado. ¿Generan los Agentes tecnológicos con su actividad, suficiente valor como para, entre otras cosas, compensar el coste de la promoción y gestión de la propiedad industrial? ¿Existe un número suficiente de empresas para las que la innovación es un pilar real de mejorar competitiva más allá de los mensajes de cara a la galería interna o externa? ¿Existe una suficiente masa crítica de clientes dispuestos a pagar valor en lugar de horas?

La I+D+i ¿Una actividad de alto valor añadido?

El fomento de la I+D+i parece estar íntimamente ligado a la subvención. El tejido empresarial entiende, tras una somera explicación, que innovar es bueno para su negocio y por extensión para todo el país. Una vez entendido esto, parece obligado subvencionar total o parcialmente esa actividad. Y ¿Por qué?. ¿Por qué hay que financiar la I+D+i de las empresas? ¿Es la I+D+i un gasto o una inversión? ¿El riesgo de no amortizar la inversión se debe a la calidad con la que se ejecuta la actividad de I+D+i o a la propia naturaleza de la misma? La ejecución de la I+D+i se ha convertido en una actividad protegida y por tanto no competitiva. Cuando la I+D+i es subvencionada, el rigor de las líneas de investigación que se plantean y la calidad con la que se ejecutan puede no ser muy elevada. Al fin y al cabo somos seres humanos con nuestras grandezas y miserias. Por supuesto la empresas prefieren que esta actividad se subvencione y naturalmente los agentes tecnológicos también pero, es estas condiciones ¿Cuántos retornos genera ese gasto público? Existen temáticas de I+D que responden a necesidades sociales, no directamente empresariales, que necesariamente deben ser financiadas por las administraciones. Igualmente la sensibilización, difusión, dinamización y calidad en la gestión y ejecución de la I+D+i es un tema estratégico para un país que seguramente no van a pagar las empresa. ¿Por qué la I+D+i, teóricamente de tan alto valor añadido, se infravalora hasta el punto de ser convertida en una actividad que si no es pagada total o parcialmente, el usuario no la adquiere?

Ciencia e Innovación : ahora más que nunca

Desde hace un año, y especialmente desde el pasado mes de septiembre, el estado de nuestra economía y las predicciones sobre su futura evolución han llevado a asumir niveles de incertidumbre que hubieran sido impensables unos meses atrás. Sentimos el desempleo como nuestra principal amenaza, pero también miramos con recelo la caída abrupta de la actividad empresarial y las consecuencias del estrangulamiento crediticio. Hay además quien argumenta que la economía española, debido a características estructurales subyacentes, se puede ver especialmente lastrada para superar la actual situación. El pasado lunes 16 pudimos escuchar al premio Nobel Paul Krugman dentro de la jornada Innovae: la innovación como solución, organizada por el Ministerio de Ciencia e Innovación. Su diagnóstico pesimista sobre la evolución de la economía ha hecho que algunos insistan en que la recesión tendrá un impacto más negativo en España que en otras economías más deterioradas, como la británica y la estadounidense. Por mi parte, creo que, más que lamentarnos por los problemas, es hora de trabajar en las soluciones. De las palabras del premio Nobel me quedo, en primer lugar, con una evidencia: la arquitectura de nuestro sistema productivo está debilitada -más que por el excesivo peso del sector inmobiliario o la dependencia del sector exterior- por la lenta evolución de la productividad que nuestra economía ha registrado en las dos últimas décadas, creciendo menos que la de países de nuestro entorno. Y me quedo también con otra idea apuntada por Krugman en la que quiero centrar mi reflexión: para combatir esta debilidad es preciso seguir apostando por la innovación. Es más, creo que España cuenta con capacidades de innovación -muchas de ellas bien recientes- que es posible capitalizar para salir reforzados de la crisis. Analizar las causas de nuestro diferencial de productividad supera el alcance de esta tribuna, pero basta una breve reflexión para sacar conclusiones en función de una política científica y de innovación. Siendo la productividad un cociente entre el valor añadido bruto y el coste total de los factores -capital y trabajo-, la primera de las opciones para aumentar la productividad es reducir el denominador, es decir, controlar el coste de los salarios. Ante esa vía, el presidente del Gobierno fue tajante en su intervención en la jornada Innovae: no saldremos de la crisis debilitando las políticas sociales, sino reforzando el modelo productivo. La pregunta es: ¿cómo hacerlo? Podemos preguntarnos por qué nuestra economía no ha sido capaz de incrementar el valor añadido bruto de su producción, al menos, al mismo ritmo que lo ha hecho el coste de la mano de obra. La respuesta es nítida: porque hasta hace unos pocos años no hemos invertido, de una forma sistemática, en innovación. Ahora bien, para que haya innovación es necesario que exista la capacidad de producirla, lo que está ligado al nivel de capital humano y tecnológico y al esfuerzo en I+D. En ambos casos se trata de variables cuyos resultados no son inmediatos, ni siquiera cuando se incrementan súbitamente los recursos, entre otras razones, porque las capacidades y estructuras que permiten absorber este conocimiento no pueden generarse de forma repentina. La buena noticia es que las cosas están cambiando en los últimos años. Hoy contamos con un potencial científico y tecnológico que podemos poner en valor: éste es uno de los pilares sobre los que construir el cambio de modelo productivo. Nos encontramos, de hecho, ante una oportunidad única en nuestra historia económica. La población activa de la España de hoy está integrada por las generaciones mejor formadas de nuestra historia, situándonos por encima de la media de los países de la OCDE en lo que se refiere al nivel de formación del que disfrutan los jóvenes de entre 24 y 35 años; un indicador que nos permite ocupar un destacado octavo lugar en las clasificaciones internacionales. Además, nuestra producción científica ha experimentado un gran dinamismo -crece cuatro veces más rápido que la media de la producción internacional- y disponemos de un stock de conocimientos que es necesario poner en valor. España es hoy la décima potencia mundial en producción científica y cuenta con un porcentaje de investigadores por cada mil habitantes que está en la media europea. Simultáneamente, el esfuerzo de la Administración General del Estado ha permitido multiplicar por 2,9 el gasto público en investigación, desarrollo tecnológico e innovación desde 2004. A ello se suman distintas acciones de carácter transversal destinadas a fomentar la innovación, como es el caso de los incentivos fiscales a las inversiones empresariales en I+D, que se mantienen más allá del año 2011 y que figuran entre los más favorables del entorno de la OCDE. Con todo, la tarea a la que nos enfrentamos no es fácil y requiere una enorme capacidad de liderazgo por parte de las Administraciones Públicas, del sector privado y, sobre todo, de un esfuerzo colectivo que sólo es comparable, en nuestra historia reciente, al esfuerzo realizado a finales de los años setenta. Hoy, 30 años después, el desafío de la sociedad española es iniciar su transición hacia una economía basada en el conocimiento. La presente recesión económica, además de problemas, nos ha traído algo positivo: ha puesto de relieve que dicho cambio es ineludible e inaplazable. La pregunta, por tanto, no es si podemos. La pregunta es si queremos, si la sociedad española está dispuesta y quiere realmente emprender este proceso de transformación, porque los países que no saben o no quieren sacrificar lo urgente por lo importante están abocados al fracaso. En este proceso, todos tenemos parte de responsabilidad. Desde el Ministerio hemos tratado de responder a esta pregunta a través de dos ejes de acción: el fortalecimiento del sistema español de ciencia y tecnología y el diseño de los necesarios procesos de modernización y reforma. En cuanto al fortalecimiento, no se trata sólo de invertir más en I+D, sino de invertir mejor: focalizando los recursos sobre las bases de una estrategia compartida con las Administraciones autonómicas. Dos buenos ejemplos de este enfoque son el Mapa de Infraestructuras Científicas y Tecnológicas Singulares -laboratorios de gran envergadura que compiten en el espacio europeo de investigación- y la creación de los Institutos de Investigación Sanitaria, orientados a valorizar el conocimiento acumulado en el sistema sanitario y de investigación biomédica, potenciando su conversión en prácticas que reviertan directamente en la salud de nuestros ciudadanos. El proyecto de modernización y de reforma, por su parte, tiene su reflejo más visible en nuestra Estrategia Universidad 2015 y en la nueva Ley de Ciencia y Tecnología, cuyo proyecto enviaremos a las Cortes en los próximos meses. La Estrategia Universidad 2015 -cuyo despliegue corre parejo al proceso de Bolonia- apuesta por una universidad de futuro, abierta y competitiva, en la que los estudiantes desarrollan su ciclo formativo en distintos centros de Europa; por unos campus universitarios que sean espacios en los que institutos universitarios, laboratorios y empresas cooperen en torno a proyectos ambiciosos que conecten las fortalezas de cada territorio con las oportunidades internacionales. La nueva ley, por su parte, acometerá reformas largamente postergadas en nuestras instituciones de investigación para que sean más eficientes, abiertas y competitivas: con más capacidad para atraer y retener a los mejores investigadores, con menos barreras para la cooperación entre el sector público y el privado. También las empresas encontrarán en la nueva ley un instrumento para hacer de la I+D una actividad sistemática, en la medida en que nos dotaremos de más estabilidad y unas reglas más claras, flexibilizando las relaciones entre centros de ciencia y empresas. En definitiva, el debate sobre la crisis y la baja tasa de productividad nos lleva a centrar los esfuerzos en las políticas de ciencia e innovación. Basta aprovechar las tres claves del éxito: unas capacidades científicas e innovadoras sin precedentes, las oportunidades abiertas por el proceso de modernización universitaria y de reforma del marco legal y -quizá lo más importante- el consenso de todos los agentes sociales, económicos y de los grupos políticos. Un consenso, difícil de encontrar en otros ámbitos de la vida pública, que apuesta por la universidad, la ciencia y la innovación como base para el cambio de nuestro modelo productivo. Se trata de una oportunidad que no podemos permitirnos dejar pasar. No somos ingenuos, sabemos que el momento es difícil, pero no hay cuestión más urgente que la propia supervivencia. Además, el 2009 no sólo es el año de la crisis, también es el Año Europeo de la Creatividad y la Innovación. ¿Lo intentamos? 22/03/2009 -"El País"- TRIBUNA: Laboratorio de ideas CRISTINA GARMENDIA MENDIZÁBAL (Ministra de Ciencia e Innovación)

Más sobre mágia e innovación... cuando faltan las ideas

Foro 'Innovae' Zapatero apuesta por la innovación en todos los sectores para salir de la crisis El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, apostó hoy por la innovación para salir de la actual crisis económica, tanto en los sectores de futuro -energías renovables, tecnologías de la información y la comunicación, biotecnología y salud y aeronáutica y astronáutica- como en los tradicionales -turismo, agroalimentación y construcción-. Ep - Madrid "Cinco Días" - 16/03/2009 "Innovar en la situación económica mundial es más necesario y útil que nunca en todos los sectores de la actividad productiva", dijo durante su intervención en el foro 'Innovae', en el que participó juntó a la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia. En este sentido, precisó que el objetivo del Gobierno para afrontar la actual coyuntura es que la economía española "en su conjunto" sea una economía innovadora. Así, el jefe del Ejecutivo señaló como prioridades la creación de un entorno económico y administrativo propicio para la innovación en el sector empresarial, el fomento de la I+D+i en sectores estratégicos como la salud, las energías renovables y la lucha contra el cambio climático, y la modernización del sistema de investigación y desarrollo mediante una nueva Ley de Ciencia, la Estrategia Universidad 2015 y un nuevo modelo de formación profesional.

La industria española del automóvil no va a sobrevivir

Pankaj Ghemawat asegura que el mundo no está globalizado. "Hablemos, como mucho, de semiglobalización", dice. Pero bromea y lamenta con ironía que su trayectoria no le sirva de ejemplo. Nacido en India, se doctoró en Harvard y actualmente es profesor de la escuela de negocios IESE en Barcelona, aunque nos recibe en Madrid, donde prepara unas conferencias. Aporta nuevos datos sobre cómo replantear el comercio entre comunidades autónomas.

La transición industrial

Publicado en Expansión el 16-03-2009 , por Miguel Valverde La ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, sostiene que, en medio de la preocupante situación que está generando la recesión, tal vez sea ésta una excelente oportunidad para empezar a cambiar de una vez las estructuras de la economía española. Garmendia recalca que era una cuestión de tiempo que estallase un tejido productivo basado fundamentalmente en actividades de mano de obra intensiva y de baja cualificación, como la construcción y el sector inmobiliario, a los que cabe añadir el turismo y sus aledaños, así como el amplio sector de actividades auxiliares de las empresas. La ministra defiende que ha llegado el momento de hacer una nueva transición económica, como las que, en los años ochenta, dejaron atrás un tejido industrial obsoleto y propio de un país aislado, como había sido España hasta entonces, o ya en la década de los noventa, privatizaron buena parte de las grandes empresas públicas. La ministra tiene razón, porque, tal vez, al mismo tiempo que se desarrolla la recesión es posible que hayamos entrado en un largo periodo de transformación de todo el tejido económico que debería reorientarse hacia la inversión tecnológica, la industria y el convencimiento de que España no debe resignarse a ser un país de servicios para los jubilados del norte de Europa, ni a esperar, que una vez deteriorados sus paisajes, su patrimonio histórico y natural, los operadores turísticos decidan reorientar su clientela hacia destinos menos explotados y más baratos. Los últimos datos comparados de desempleo de la OCDE son una demostración clara de lo que ha sido la economía española en los últimos años. La tasa de paro, situada en el 14,8% de la población activa, es, con diferencia, la más elevada del mundo desarrollado. La segunda es la de Eslovaquia, con el 9,8%, y no les cuento la diferencia de España respecto a economías tan próximas como Alemania, Francia o el Reino Unido. Incluso, en el actual proceso de destrucción de empleo, las diferencias en el nivel de paro entre España y el resto de países de la OCDE van en aumento, porque, en términos comparados, nuestro desempleo está creciendo un 5,8% interanual. No cabe ninguna duda de que el origen de este desastre está en la contaminación que sobre el resto de la economía ha producido la caída de la construcción, como un gigantesco juego de dominó, alimentado por la crisis del sector financiero. Sólo hay un país, como Irlanda, que se acerca a España en la siniestra clasificación del crecimiento del desempleo, con un 4,1%, en tasa interanual, y que, curiosamente, también tenía buena parte de su economía basada en la construcción. En fin, la tasa de paro de España duplica, o casi, la media de la propia OCDE, con un 6,9% de la población activa; de la zona del euro, con un 8,2%, o de la Unión Europea, con un 7,6%. Por todas estas razones, y porque podemos estar ante el fin de un modelo y el comienzo de una larga transición los debates industriales sobre la presencia española en el consorcio aeronáutico europeo EADS, la difícil situación de General Motors con plantas en media Europa y, por supuesto, en España, o, por extensión, sobre el futuro del sector nacional del automóvil, son extraordinariamente preocupantes. No sólo está en juego el futuro de miles de puestos de trabajo, de comarcas y hasta de provincias enteras, sino también la consolidación del modelo hacia el que deberíamos ir en el futuro. No hay devaluaciones de la moneda que valgan ni rebajas posibles –ni deseables– de los niveles de protección social para competir. Sólo le queda a España acertar con su política industrial, las reformas necesarias y el impulso a la innovación y a la mejora del producto. En estos momentos en los que toda Europa y el conjunto del mundo desarrollado está creando políticas proteccionistas conviene estar muy atento a las maniobras de nuestros socios para no perder presencia en los consorcios industriales, como ha estado a punto de ocurrir en EADS, con la división militar, o las políticas de ayudas públicas, aprovechando que, debido a la recesión, Bruselas insinúa que puede mirar hacia otro lado mientras dure la recesión.

La innovación tecnológica

La Innovación Tecnológica es una fuente real y efectiva de mejorar competitiva que ofrece a las Organizaciones la ventaja de no depender de ámbitos de decisión o coyunturas externas y de generar barreras de entrada elevadas basadas en el conocimiento, Si la empresa sabe gestionar adecuadamente este conocimiento, no lo perderá, ni se diluirá ni será traspasado a la competencia.

Realidad industrial

Cuanto mejor y más rápidamente se consigue la complicidad y uniformización de premisas de trabajo entre el equipo responsable de diseñar y coordinar acciones de mejoras, antes comenzamos a obtener resultados no obvios. Considero que el más eficiente modo de partida no es la hoja en blanco. De cuanto mayor conocimiento previo partamos mejor. La Organización, los equipos y las personas, como niveles habituales de actuación y las capacidades aportadas (creatividad, conocimiento técnico, motivación, método, etc.) proporcionan un nivel de complejidad que es necesario identificar y gestionar desde el inicio.

Innovación, una actividad muy "hard"

La orientación de las actividades de innovación deber ser esencialmente la creación de valor, actuando sobre los factores que lo determinan (Precio, coste, ventas, inversiones y riesgo). Consideramos imprescindible transformar en tangibles los beneficios intangibles de cada una de las actitvidades de innovación. Al mismo, tiempo necesitamos transmitir y generar ilusión y confianza en el equipo responsable de diseñar y coordinar estas actividades. El tratamiento de los problemas / oportunidades y el fomento y aprovechamiento de la creatividad en las Organizaciones son elementos de continuo debate y de desarrollo de nuevas directrices y herramientas. La Consultoría de Innovación está repleta de propuestas de diagnóstico e implantación de metodologías. Nos hemos acostumbrado a oír y repetir el mensaje de la decisiva repercusión que sobre la competitividad de las Organizaciones aporta la Investigación, Desarrollo e Innovación. Igualmente, los medios de comunicación, con más insistencia en contextos de crisis, asocian "cambio de modelo económico" y competitividad a incremento del gasto en I+D+i. Todo ello puede generar una asociación de Innovación a gasto en lugar de a inversión, utilizado en actividades "soft" e intangibles respecto a la dinámica empresarial del día a día.

Auditoría de Innovación - Enfoque técnico

1. ¿Considera que, en su empresa, el Proceso de Desarrollo de Producto está suficientemente optimizado?
El Proceso de Desarrollo de Producto consume recursos tanto internos como externos. Las horas y gastos incurridos, las modificación de diseño, prototipos y utillaje y las implicación del concepto de diseño sobre los costes finales de fabricación aportan un importante potencial de optimización.

2. ¿Considera que su empresa dispone de Pliegos de Condiciones completos de sus compras más críticas?
Gestionar optimizadamente las Compras exige disponer de Pliegos de Condiciones Técnicas que plasmen rigurosamente los requerimientos de los materiales, piezas o sistemas. De este modo se concreta la calidad demandada y se limita menos la actividad de búsqueda de proveedores.

3. ¿Considera que su empresa tiene capacidad de interpretación e incorporación de nuevos Requerimientos de Producto un modo eficaz y eficiente?
Aumentar las ventas requiere además de mas actividad comercial la apertura a nuevos mercados. Estos nuevos mercados en ocasiones demandan nuevos requerimientos (funcionales, ambientales, logísticos, etc.)

4. ¿Considera que su empresa tiene estandarizado y optimizado el Proceso de Tratamiento de Problemas?
El Proceso de Tratamiento de Problemas de Calidad suele incidir en la cuenta de resultados de un modo superior al supuesto. Los recursos empleados en el proceso, el tiempo de resolución, el acierto en la o las causas identificadas y el coste de la solución propuesta, son sus parámetros de eficacia y eficiencia.

5. ¿Considera que su empresa tiene implantados procesos, tan rigurosos como los productivos, de generación y tratamiento de ideas de mejora?
La principal fuente de mejora permanente en las Organizaciones es la aportada por sus propios empleados. Un proceso que promueva, analice y materialice la identificación de problemas y oportunidades de mejora (presentes y latentes) permite aprovechar el conocimiento y capacidad creativa de los empleados.

6. ¿Considera que su empresa ha establecido canales de información fiables y ha identificado a los mejores colaboradores para cada temática de conocimiento?
En el actual escenario económico, tecnológico y social, la carrera por la mejora competitiva requiere disponer de la información adecuada, asimilarla rápidamente y tomar las decisiones óptimas. En este proceso, ha perdido valor el conocimiento tecnológico generado y aplicado solo dentro de la Organización.

7. ¿Considera que su empresa se aprovecha de todos los incentivos públicos a su alcance?. ¿Considera que esos incentivos, más los recursos propios aportados, generan el valor deseable en su Organización?
Las Administraciones Públicas manifiestan voluntad real de promover el Desarrollo Tecnológico como fuente de mejora competitiva. Para ello, diferentes tipologías de Programas de diferentes Administraciones ayudan económicamente a las empresas. En ocasiones el medio para innovar se transforma en habilidad para captar subvenciones.

8. ¿Considera que su empresa toma las decisiones más importantes en bases a datos y que estos tienen una procedencia fiable?
La adecuada generación y tratamiento de los datos permite, aplicando un análisis riguroso, conocer mejor los procesos y tener capacidad para optimizarlos. El Diseño de Experimentos permite optimizar un gran número de actividades tanto productivas como administrativas.

Sobre el Power Point

Pep Torres: inventor y creativo de marketing y más cosas

«Yo invento cosas reales y doy ruido mediático a mis clientes» Es un inventor que ha revolucionado el marketing y varias propuestas suyas han dado la vuelta al mundo. Pep Torres no se considera un revolucionario del marketing, pero lo ha revolucionado con sus novedosas propuestas. Compositor músico, diseñador, escritor, creativo y colaborador de radio y TV, pero sobre todo inventor, lo fía todo a su intuición para dar «ruido mediático», como él dice, a sus clientes, que son sobre todo empresas. Ayer explicó en el Aula de Marketing de la ESTE su forma de trabajar. -¿Cuáles son las nuevas tendencias que imperan actualmente en el marketing? -Yo no he estudiado publicidad ni soy experto en marketing. Me guío por mi intuición y de forma tangencial he acabado trabajando en marketing. Soy una persona muy intuitiva. He trabajado en televisión, radio y otros medios, por lo que conozco el otro lado de la barrera; es decir, qué es lo que a los medios y al público les interesan. También soy inventor. Y de la confluencia de esos dos parámetros creé mi empresa, Stereonoise, que lo que hace es, con mucha creatividad, dar ruido mediático y visibilidad a sus clientes. Así, en vez de hacer una campaña de marketing pagando anuncios o folletos, me las ingenio para que mis clientes sean noticia, el público les vea y puedan explicar su historia. -¿Hay límites o todo vale a la hora de vender un producto, una marca o un personaje? -Hay límites y no todo vale. Hay una ética y cada uno tendrá la suya. Es como el tema del Tomate. Para mí, este periodismo amarillista o hacer campañas que sabes que van a herir e hiriendo consigues ruido, están fuera de lugar. -Muchas veces se inventan personajes de la nada, sobre todo en la prensa del corazón o del famoseo... ¿Hasta qué punto es ético promover a personajes de este tipo? -Yo nunca llevo a personas de ese mundillo. Soy absolutamente contrario y algún libro he publicado sobre ello. El gran cáncer de hoy es todo este cotilleo y todas estas historias de gente sin oficio ni beneficio que salen a decir chorradas. Esto hace al ser humano más estúpido. Yo llevo sobre todo empresas y si llevo alguna persona como cliente, siempre lo hago basándome en su trabajo serio. -¿Se considera un innovador, un rompedor de moldes, en su trabajo en el campo del marketing? -Yo no diría tanto porque hay más gente que también hace lo que yo hago. Igual lo que a mí me hace distinto es que soy inventor y uso mucho el invento, la innovación, para dar visibilidad a mis clientes. Tau Cerámica se puso en contacto conmigo y les propuse un producto que generaría ruido mediático, de forma que tuvieran visibilidad a través de un producto real, que era una baldosa que te permite hacer dieta. Cada vez que te sitúas frente a la nevera fuera de las horas de comer, te detecta y la nevera pita. También tiene otras aplicaciones como sistema de alarma para la casa, etc. Ese producto, explicado así, tuvo mucho eco. Mi forma de hacer marketing es dar visibilidad a mi cliente basándome en los medios de comunicación, pero ofreciendo también un producto real que ellos puedan fabricar y poner a la venta. - En muchas ocasiones se cometen abusos como, por ejemplo, la utilización de la imagen de la mujer joven en la publicidad de coches... ¿Dónde está el límite? -En la MTV salen los grupos de rap cantanto y el vídeo siempre es lo mismo: coches, dinero y mujeres despampanantes en bikini. La mujer es tratada como un objeto más. Es el mensaje que lanzan a los consumidores. Luego el Salón del Tunning también saca chicas en bikini junto a los coches. ¿Qué tiene que ver el tunning con todo esto? Pero, tampoco veo manifestaciones feministas en el Salón del Tunning. Y luego ponen el grito en el cielo porque hay un anuncio que sale una mujer que dice no sé qué. A veces no entiendo... -¿Qué tipo de 'clientes de ruido mediático' lleva? -Nada de famoseo, nada de corazón... Tampoco me invento historias que luego no son verdad. Un ejemplo que luego explicaré en el Aula de Marketing es el de una campaña que hice para una ferretería industrial de Barcelona para el Día del Padre e inventé una lavadora para hombres, una lavadora con huella digital que ponías el dedo y funcionaba. Fue impactante. Yo lo que pretendía es que mi cliente saliera en televisión y pudiera explicar su negocio. Esa noticia salió hasta en la portada de TheWall Street Journal, The New York Times y The Washington Post; se publicó en más de sesenta países y dio la vuelta al mundo. -¿Qué otros inventos tiene patentados? -Pues... un montón. Entre ellos, un aparato para resetear (volver al Reset) el ordenador a puñetazos sin que le pegues al ordenador; un trapo de cocina con imán que, cuando terminas de limpiar, lo tiras a la nevera y se queda pegado a ella; un recogedor con un peine que te permite quitar las pelusas que se acumulan en la escoba cuando barres... También trabajo en televisión y hago inventos para este medio que sean divertidos; escribo libros, doy conferencias... -La carrera de inventor no se estudia... -No hay ninguna academia ni universidad de inventores. Ese es uno de mis proyectos de futuro: enseñar a quien quiera, sobre todo a niños, a ser innovadores más que inventores, a ser creativos y descubridores, a que estudien cómo se puede desde una idea en la cabeza llegar al mercado. 22.02.08 - JAVIER FRÍAS en El Diario Vasco