La encrucijada de la I+D vasca 1 año después

Hace 1 año elaboré un particular diagnóstico de la situación del sector de la  I+D vasca (la encrucijada de la I+D+i-vasca). La crisis parecía estar en el momento más álgido y no se vislumbraba el punto de inflexión. La Administración se mostraba titubeante respecto a  seguir apoyando económicamente con la intensidad aplicada hasta ese momento. Finalmente el año 2013 no llevó a una rebaja de financiación. Nuestros Agentes Tecnológicos trataron de cuadrar sus cuentas de resultados desaprovisionando lo que parecía iba a ser una importante disminución de recursos no competitivos.

Implorar a las Administraciones que no disminuyan las subvenciones y a la providencia que termine la crisis parece seguir siendo la única receta de los Agentes Tecnológicos para sortear este contexto (que podría ser indefinido en el tiempo). Por lo visto, también en el Sector el Conocimiento existe una única línea de pensamiento. Centrándonos solamente en la función más utilitarista del conocimiento, es verdad de sentido común, que repetimos como un mantra, que la innovación es una actividad de alto valor añadido, es decir, que lo invertido en ella se transforma en más valor que lo obtenido con otras actividades económicas. Pero hoy por hoy, esta actividad se desarrolla con un alto nivel de subvención. ¿No es paradójico?

El grado de eficiencia de una ONG suele valorarse estimando el porcentaje de recursos que consume en su propio sostenimiento con respecto a los que se destinan a su objetivo fundacional. ¿Cuántos recursos destinados a hacer, esencialmente, I+D+i se consumen en el sostenimiento de sus Agentes? De los recursos restantes, ¿cuantos se consumen en hacer I+D+i de muy baja o nula eficacia y/o eficiencia? De los restantes, ¿cuántos recursos se consumen eficientemente en proyectos que no llevan a ningún resultado valorizable? De los restantes, ¿cuantos proyectos se transforman en valor? ¿En cuánto valor?  Por favor, no llamemos valor a conseguir retornos de Bruselas.

Por supuesto, la actividad de I+D+i es de riesgo. La factibilidad de las ideas de los proyectos no está garantizada y por ello se necesitan recursos a fondo perdido para arrancar y cebar el sistema. Pero el Sector de la I+D vasca es maduro, con una media de no menos de 20 años. A estas alturas, sería deseable que los agentes tecnológicos ya estuviesen generando valor suficiente para no ser tan dependientes del dinero público, de la crisis, de la baja cultura empresarial, de la fuga de talento local, etc. Generar valor significa que el MIX de los resultados de la actividad tecnológica es positivo aunque muchos o la mayoría de los proyectos no terminen con resultados inmediatamente valorizables. ¿Qué pasa con nuestro MIX?

Las empresas deben de estar y muchas lo hacen, permanentemente optimizando las prestaciones y eficacia de sus productos o servicios y la eficiencia de sus procesos. Para ello deben innovar en producto / servicio, procesos, modelo de negocio o modelos organizacionales. ¿Cómo y con qué intensidad llevan a cabo esta mejora permanente los Agentes Tecnológicos? ¿A qué Consejos de Administración responden de ello? Cambiar para hacer casi siempre lo mismo y del mismo modo no es cambiar. Haciendo lo mismo seguramente obtendremos los mismos resultados.

Un año después del primer diagnóstico, se vislumbra un punto de inflexión en la crisis pero la Administración está cambiando su "relato" respecto a la forma de apoyar la I+D ¿Hay que primar la colaboración con las PYME? ¿Hay que centrarse en el tejido empresarial vasco o asumir un descuento por la actividad llevada a cabo con empresas extranjeras?¿Hay que descontar la actividad de consultoría u otros servicios tecnológicos? Parece que la Administración quiere ir directamente al apartado de ingresos de la cuenta de resultados de los agentes tecnológicos, desatendiendo lo que está ocurriendo dentro de estas Organizaciones.

El tipo de entidad jurídica de la mayoría de los Agentes Tecnológicos privados vascos, hace que sus Patronatos (un órgano similar a los Consejos de Administración) estén llenos de personas sin ninguna vinculación directa con la marcha de la empresa. Pero sí hay representantes institucionales que deben velar por las buenas prácticas en la gestión de estas organizaciones. ¿Están cumpliendo esta función con la diligencia esperada? Las alianzas y fusiones a las que obligó la Administración ¿se han llevado a cabo racionalizando las estructuras de gestión? Los esfuerzos de la Administración en persuadir al tejido empresarial del potencial de mejora que pueden aportar los modelos de gestión participativos y transparentes ¿son también exigidos a las organizaciones que legalmente tutelan? En ocasiones se perciben modelos de gestión demasiado jerarquizados, autoritarios, opacos, con políticas salariales poco equitativas y soportados en el miedo de la mayoría de los empleados y en la lealtad incondicional de los más próximos a Dirección.

La I+D+i, como cualquier otro Sector económico, debe trabajar en mejorar permanentemente la eficacia y eficiencia de sus servicios y operativa. La actividad productiva de los Agentes Tecnológicos  es verificar la factibilidad técnica y económica de las ideas que surgen de sus clientes o internamente, del exhaustivo seguimiento de las tendencias sociales, tecnológicas y de mercado. La actividad comercial no se diferencia mucho de la actividad comercial de otro tipo de empresas.

En ocasiones, se percibe la I+D+i como una actividad soft, más necesitada de tutela permanente y menos sujeta a los elementos de gestión propios de cualquier otra actividad económica. Transformar conocimiento el valor no es fácil. Es un proceso mucho más sofisticado o complejo que la mayoría de las actividades manufactureras, en las que las economías de escala y los medios productivos juegan un papel más determinante. La estandarización es más complicada de conseguir y en ocasiones imposible. Y en esta activad, sin lugar a dudas, las personas con sus actitudes y aptitudes son el elemento productivo esencial. Por ello, los modelos de gestión orientados a extraer lo mejor de las personas son en este Sector, si cabe, más críticos que en otro tipo de actividades.

Estos comentarios tratan de generar reflexión sobre el potencial de mejora que contiene la actividad de I+D+i, para que con  los mismos recursos económicos aportemos más valor. No generemos agravios con otras empresas de nuestra misma cadena de valor. Todos somos necesarios. Nadie debe sentirse más necesario y por ello con más derecho a protección. Todas las capacidades de los Agentes Tecnológicos deben estar al servicio de desarrollar tecnología de un modo eficaz y eficiente y no tanto a promover lobbies y corrientes de opinión favorables a que la Administración sufrague la I+D+i porque es imprescindible, que lo es.

Por suerte, este debate es válido para una región con razonables tasas de inversión en I+D+i, mantenidas en el tiempo y que han generado un activo Sector del Conocimiento. Desafortunadamente, otras regiones no pueden permitirse debatir sobre cómo mejorar la eficacia y eficiencia de la I+D+i porque no han alcanzado el umbral mínimo para hacerlo.