Gestión tipo "Autoayuda"

Me refiero con este concepto a las propuestas estratégicas o modelos de gestión que transmiten algunos directivos a sus colaboradores o empleados centradas en los objetivos, generalmente económicos, que la organización debe cumplir y los elementos, de excelencia (conocimiento, eficiencia, compromiso, etc.), que deben ponerse en juego.

Tras la solemne declaración, los escuchantes esperan continuar oyendo como se implantarán todas esas buenas intenciones, pero pronto se percatan de que esa será una tarea de ellos. La dirección solo ha mencionado lo que hay que conseguir y que elementos hay que movilizar ¿No es suficiente?

Con un formato similar, el género literario de la autoayuda explica pormenorizadamente lo que las personas deben ser capaces de interiorizar y poner en marcha para conseguir todos los objetivos que el libro plantea. Si no fuera por este pequeño detalle (¡tú te ocupas de todo!) estos libros no se denominarían de autoayuda sino simplemente de ayuda.

A estas alturas del siglo XXI creo que ya quedan pocos que no tengan clara conciencia de que la dificultad, el valor, la magia, está en saber materializar las buenas ideas y no en apuntarlas.

La crisis, otra excusa para no mejorar la competitividad

En varios post´s he mecionado razones por las que las organizaciones no acometen mejoras competitivas basadas en innovar. En el actual contexto de crisis ha surgido un nuevo elemento que permite ocultar nuestras ineficiencias, "la propia crisis".

¿Quién podría negar que existe crisis y que ésta afecta negativamente a una gran parte de la actividad económica? Pues esa es la única razón que esgrimen algunas organizaciones para justificar una cuenta de resultados insatisfactoria. Alrededor de las potenciales consecuencia de la crisis sobre una organización, se puede construir un argumentario verosímil que justifique el incumplimiento de los objetivos.

En consecuencia, la crisis es responsable de cuatro efectos en el ecosistema de los negocios:

1. Los específicos de reducir la demanda, aumentar la competencia y dificultar la financiación externa.
2. La parálisis a la que puede llevar el miedo, la incertidumbre y la prudencia.
3. La ocultación o no búsqueda de mejoras de eficacia y eficiencia dentro de la propia organización.
4. La exploración y explotación de nuevas oportunidades

Finalmente y como casi siempre, son la voluntad de priorizar los intereses de la organización y su colectivo de empleados respecto a todo lo demás y la capacidad gestora, los principales responsables de cómo se responde a la crisis para no salir perjudicados.

La crisis es un elemento externo sobre el que no podemos actuar. La cuenta de resultados es un archivo Excel con muchas celdas que se van llenando con cifras consecuencia de la eficacia y eficiencia con la que ejecutamos nuestros procesos internos. Ahí están los elementos de gestión de nuestra organización. A la cuenta de resultados y a la crisis no hace falta dedicarle mucho tiempo por que no contienen elementos de gestión.