¿Creemos que la pandemia y sus consecuencias pueden haber
provocado cambios permanentes en la economía, en algunos hábitos sociales y de
consumo o en el contexto laboral?
¿...y?
¿Tendremos que aguardar varios meses más hasta estar seguros
de si estos cambios se consolidan?
¿Esperaremos a que alguien nos diga lo que tenemos que hacer
a partir de ahora mientras actualizamos nuestro último análisis de impacto para
determinar cuánto nos va a afectar?
¿Los agentes tecnológicos españoles conocemos nuestro
contexto industrial? o nos lo tiene que explicar el Boston Consulting Group o
Deloitte?
En situaciones como la presente, las predicciones se
utilizan para promover cambios interesados, es decir, los que explicamos cómo
será la nueva normalidad lo hacemos a partir de cómo queremos que sea,
rediseñando así el futuro.
¿Queremos participar en el rediseño de nuestro modelo
socioeconómico o preferimos esperar a que lo hagan otros que incorporen sus
prioridades y principios ideológicos?
¿Nos resignamos a padecer todas las consecuencias negativas
de esta crisis sin intentar aprovechar ninguna de sus oportunidades?
Percibo demasiada poca valentía, responsabilidad y
determinación en los agentes sociales de nuestro país, depositarios y
generadores de conocimiento. Está bien analizar la historia, pero
aprovechémoslo para aprender lecciones que nos permitan mejorar nuestra
sociedad y anticiparnos a futuros contextos complejos.
¿Cómo imaginamos reimpulsar la economía o reducir el
desempleo?
¿En qué vamos a invertir para suplir la pérdida de actividad
económica en algunos sectores que podrían no normalizarse o que se relocalizarán?
¿Para qué sectores, productos y servicios debe, por estratégicos, recuperarse
la soberanía nacional?
Todas estas preguntas nos llevan a escenarios diferentes que
ponen en juego nuevos aspectos industriales y tecnológicos que cuanto antes
deberíamos empezar a movilizar. Oigo reflexionar poco sobre todo esto.
Decir poco implica reconocer que haya algo. Desde la esfera de lo público, que es la que mejor pudiéramos conocer, no llega el rumor de la reflexión. Quiero pensar que la propia pandemia y la disputa política absoven todos los esfuerzos. No conozco otra actividad que la de ese grupo liderado por Patxi López, que debe estar en fase cero.
ResponderEliminarY efectivamente, sería de urgencia y del máximo interés que se empezara con algo, como la agenda del cambio climático, que puede ser generadora de empleo y futuro.
Sí, es cierto. Quizás haya exagerado con lo de "Oigo reflexionar poco sobre..."
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