Me refiero con este concepto a las propuestas estratégicas o modelos de gestión que transmiten algunos directivos a sus colaboradores o empleados centradas en los objetivos, generalmente económicos, que la organización debe cumplir y los elementos, de excelencia (conocimiento, eficiencia, compromiso, etc.), que deben ponerse en juego.
Tras la solemne declaración, los escuchantes esperan continuar oyendo como se implantarán todas esas buenas intenciones, pero pronto se percatan de que esa será una tarea de ellos. La dirección solo ha mencionado lo que hay que conseguir y que elementos hay que movilizar ¿No es suficiente?
Con un formato similar, el género literario de la autoayuda explica pormenorizadamente lo que las personas deben ser capaces de interiorizar y poner en marcha para conseguir todos los objetivos que el libro plantea. Si no fuera por este pequeño detalle (¡tú te ocupas de todo!) estos libros no se denominarían de autoayuda sino simplemente de ayuda.
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