Redes Sociales, ¿La Mesa Camilla del Siglo XXI?


El hispanista británico Gerald Brenan menciona en su libro "Al sur de Granada" que el invento de la mesa camilla pudo ser una de las causas de la decadencia española durante el siglo XVII. Su uso se extendió a todas las familias, que apiñadas en torno a ese artilugio dejaban pasar, sin más, el tiempo en cómoda y ociosa conversación.

Las redes sociales atraen, por su novedad, por sus potencialidades, por su comodidad, por su no necesidad de implicación, ni de dar la cara, ni de mirar a las personas a los ojos. Se pueden asimilar a una sala de tertulias totalmente oscura en la que puedes entrar, permanecer y salir sin que nadie se de cuenta. Puedes hablar o lanzar tus proclamas a todos y o a nadie y te pueden responder o no. Incluso puedes estar un año hablando a un auditorio vacío, con un gran valor terapéutico o de auto goce pero, de nulo interés para la sociedad.

Tengo la inquietante sensación de que los grupos de las redes sociales, ya sean del tipo: Tablón de Anuncios, Vis aVis, Taberna, Zombies o Tertulianos (en función de la relación entre Debates/Comentarios, número de miembros activos y número de miembros totales) están sobrevalorados respecto a los beneficios que pueden aportar a la sociedad o a los colectivos representados. Es más, percibo el riesgo, seguramente exagerado, que de provoquen un efecto retardante o paralizante sobre el progreso social. Podría interpretarse que la participación en las redes sociales contabiliza como aportación personal a las causas que nos ocupan y nos preocupan sin atender a un mayor nivel de compromiso y/o acción. Quizás por ello se percibe una gran desproporción entre dimensión de las redes sociales y acciones, consecuencias  o resultados tangibles de las mismas.¿Cómo dotar a estos canales de comunicación de mayor capacidad de forzar y reforzar vínculos o compromiso?

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