La Economía del Conocimiento. Un Sector intervenido

Es paradójico que la Industria del Conocimiento sea considerada de alto valor añadido y hacia donde debería reorientarse una parte de la economía española y al mismo tiempo sea un sector intervenido. A casi todos los efectos, la I+D+i y muchas de sus actividades asociadas operan como si del Sector marítimo o del minero se tratara (un sector en crisis permanente). Es decir, no hay actividad si no hay dinero público.

Generalmente, los sectores intervenidos lo son debido a tres posibles razones:
- Proceso de liquidación controlado
- Sector en crisis y extensivo en mano de obra
- Sector estratégico porque de él dependen actividades estratégicas

Después de muchos años subvencionando la I+D+i, tanto los agentes tecnológicos como las empresas, las asociaciones que las representan y otros agentes económicos, consideran que la I+D+i, la formación, la consultoría de Innovación y otras actividades relacionadas deben ser gratuitas o de muy bajo coste para el usuario final.

Generalmente, se ha admitido que la I+D es costosa porque requiere de medios técnicos y perfiles profesionales especializados que no podían ser pagados por una gran parte de nuestro tejido industrial. Actualmente, también se considera que debe subvencionarse la formación y los servicios tecnológicos y de innovación. Para una gran parte de estas actividades, o hay dinero público para repartir entre sus gestores, ejecutores e incluso usuarios finales, o no hay actividad.

La cultura de la subvención no estimula ni favorece la excelencia sino que generalmente promueve los intereses ajenos al fin teórico o en el mejor de los casos, plantea el café para todos. Además, diluye una gran parte de los recursos económicos destinados, entre demasiados actores y actividades cuya aportación a "la causa" sería cuestionable.

Da la sensación de que la subvención ha dejado de ser un medio que promueve las actividades del conocimiento para convertirse en el elemento que hace posible esa actividad y la supervivencia de muchos de sus actores. Si este escenario es cierto, impediría considerar la I+D+i, tal y como se ejecuta en España, una actividad de alto valor añadido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Haga su comentario