"¡Es la tecnología, estúpido!"

Las estructuras tecnológicas españolas, principalmente privadas, están repletas de gestores, coordinadores y controladores, en ocasiones muy por encima del número de activos a gestionar coordinar y controlar. Este no es un tema exclusivo del Sector del Conocimiento, sino de todo el ámbito empresarial en general. Algunos han alimentado durante años la idea, que de tanto repetirla parece ser cierta, de que las funciones que más valor añadido aportan a las organizaciones son las de "gestión" (término amplio, difuso y sobretodo intangible). Si esto no está claro que sea cierto en actividades manufactureras "simples", ni mucho menos lo es en modelos de negocio basados en el conocimiento, como la ciencia y tecnología. Evidentemente, la visión de la Dirección debe determinar los objetivos, el camino de la Organización, la estrategia para conseguirlo…y poco más. También parece aconsejable para haya entrenadores - dinamizadores - motivadores que actúen sobre los aspectos más "personales" de los "empleados". En el mundo de la economía competitiva, las actividades de gestión, coordinación, control y otras, son necesidades inevitables pero no deseables (igual que la generación de empleo o el humo que sale por la chimenea). Un porcentaje demasiado alto de los recursos consumidos en I+D no son para hacer I+D sino para el propio mantenimiento de las organizaciones y sus estructuras internas convirtiéndose esto en otro lastre que dificulta la generación de valor procedente de la actividad investigadora.

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