El contexto, políticamente incorrecto, de la innovación tecnológica en la industria española

Demasiadas empresas siente muy cerca la amenaza de su falta de competitividad. Otras empresas que no sienten o no habían sentido hasta ahora esta amenaza, no demuestran que lo estaban haciendo bien (o lo tenían todo controlado) sino más bien evidencian que determinado contexto de bonanza económica, les "pilló" fabricando algo que "tenía salida" en le mercado.

En ambas situaciones, el panorama suele ser el siguiente:

1. En pocas ocasiones la Dirección reconoce (real y no verbalmente) como estratégico para su empresa la actividad de innovar y su capacidad para generar valor.
2. En pocas ocasiones una reflexión estratégica sobre en qué, cómo y con quien innovar, comienza por un análisis de los activos de la empresa (recursos económicos disponibles, capacidades de las personas, metodologías de trabajo, etc.)
3. En pocas ocasiones un proceso de innovación parte de un enfoque concreto, sustentado en datos (Qué quiero hacer, por qué puedo alcanzarlo, que y cuanto voy a ganar con ello)
4. Existen pocos agentes externos en los que una empresa pueda apoyarse para definir su estrategia de Innovación hasta su materialización, capaces de demostrar que pueden convertir sus servicios en valor.
5. Mayoritariamente, los aspectos asociados a Innovación se desarrollan con muy poco rigor, siguiendo generalmente el esquema siguiente:
a) La verdad absoluta de partida. La Innovación es clave para mejor la competitividad de las empresas
b) Una presentación PowerPoint aportada por la propia empresa o por una Consultora externa desarrolla un proceso de intenciones a seguir para convertir una organización en Innovadora. No faltan los cronogramas y una mención a las metodologías a aplicar muchas veces soportadas en herramientas de dinamización de equipos de trabajo.
c) Casi nunca se explicita la aportación tecnológica necesaria para avanzar con la celeridad necesaria en un proceso de debe permitir identificar las líneas de actividad óptimas e implementarlas con la eficacia y eficiencia necesarias para que el proceso global sea competitivo.
d) De aquí se salta directamente al brainstorming, a la hoja en blanco y a horas y horas de debates más o menos amenos.
e) El resultado final es habitualmente decepcionante, con demasiadas conclusiones obvias o ya conocidas y más habitualmente la reflexión se va diluyendo hasta desaparecer, si no fuera porque siempre alguien debe elaborar un informe escrito que generalmente emplaza a una segunda fase que casi nunca llegará.

Considero que este es el cado de cultivo para el que hay de desarrollar modelos, métodos y políticas de incentivación a la I+D+i.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Haga su comentario