El proceso de Diversificación Industrial


Las tecnologías y sus procesos industriales asociados, nacen, crecen, se reproducen y mueren. Cuando alcanzan su periodo de madurez, la viabilidad económica de los procesos industriales se resiente debido a la debilidad de las barreras de entrada. Por ello, hay que aceptar como una regla del juego más, que en los entornos empresariales que compiten en el libre mercado, las tecnologías caducan, desplazándose su ámbito de aplicación hacia entornos económicos menos desarrollados.

Se considera un hecho incuestionable que las economías emergentes de países del este de Europa y Asia (especialmente China e India) están acaparando capacidad productiva de exigencia media-baja, para la que su entorno tecnológico, contexto social y económico están suficientemente preparados. Este proceso está tensionando la viabilidad económica de una buena parte del tejido industrial español. El aspecto más inesperado de este proceso es la velocidad con la que se está llevando a cabo. Las empresas son conscientes de la estrecha vigilancia que deben hacer a sus mercados, competencia, proveedores, etc. para irse adaptando a nuevas formas de relación, exigencias técnicas y organizacionales, objetivos de coste, etc. siempre cambiantes y cada vez más exigentes. Pero en los últimos 15 años, la predisposición de las empresas tractoras a globalizarse, unido a la extraordinaria voracidad productiva y comercial de economías como la china, han acelerado el proceso de deslocalización, haciendo reducir márgenes a los sectores productivos españoles más maduros.

La carrera por la mejora competitiva para no ser desplazados por las economías emergentes es agotadora, desigual y en muchos casos imposible. El diferencial de costes de mano de obra, energéticos, de gestión medioambiental y hasta de proteccionismo económico son demasiado grandes. Una desfavorable estructura de costes en la empresa o incapacidad para generar en valor necesario puede ser abordada mediante:

- Incremento de masa crítica (aprovechamiento de economías de escala)
- Importante aportación de capital para automatización, adquisiciones, etc.)
- Aprovechamiento de equipamientos singulares o incorporación a sectores "intervenidos"
- Política de alianzas
- Desarrollo de productos o procesos de base tecnológica

En el caso de empresas PYME que hasta ahora han dispuesto de limitada o nula capacidad de desarrollo de producto propio o ajeno, las barreras de entrada que hagan reducir la competencia las debemos generar mediante conocimiento (líneas de actividad de base tecnológica). Si una empresa fabrica una familia de componentes que:

- Incorporan poca tecnología o conocimiento
- Pueden ser transportados miles de kilómetros con un coste asumible por el mercado
- Destinados a un cliente que está deslocalizado o en fase de deslocalización o globalización
- Que el mercado está forzando una continua rebaja de margen comercial

debe iniciar una rápido Proceso de Reflexión Estratégica para la Diversificación Industrial.

Se entiende por este proceso una serie de acciones internas, con o sin asesoramiento externo, orientadas a “Seleccionar, tras llevar a cabo una valoración y priorización rigurosa y mayoritariamente compartida por los participantes en esta reflexión, una o varias líneas de actividad que permitan a la empresa generar el valor añadido necesario para garantizar su viabilidad industrial a medio/largo plazo”. Esta actividad debe ser llevada a cabo por el equipo de personas que posteriormente deberán implementar las decisiones adoptadas y materializar las/s nueva/s línea/s de diversificación seleccionadas de un modo consensuado. Si las nuevas líneas de actividad no han surgido del propio entorno industrial será difícil que el equipo traccione de ellas con la fuerza necesaria.

Habitualmente, los equipos internos de las empresas con una delicada situación competitiva no se sienten capaces de llevar a cabo el Proceso solos. En ocasiones acaban de salir de un muy exigente proceso de mejora productiva que les ha vaciado mentalmente y les impide abrirse a nuevas ideas muy alejadas de las que hasta ese momento han manejado en el día a día de su realidad industrial. Esta reflexión debe priorizar los aspectos siguientes:

- Aportar una metodología adaptable a la realidad industrial del cliente, clara y compartida por la empresa, que permita llevar a cabo este proceso con el rigor necesario.
- Estimular y enriquecer las ideas de la empresa y aportar nuevas propuestas de actividad basadas en el conocimiento de las tendencias tecnológicas y necesidades del mercado.
- Valorar, desde un punto de vista técnico la factibilidad industrial y económica de las propuestas identificadas.
- Disponer soporte técnico hasta la fase de industrialización.
- Contribuir a generar, en los participantes en el proceso, la ilusión y confianza necesaria para culminarlo.

Este proceso puede dividirse en las etapas siguientes:

1. Reflexión estratégica. Situación de la realidad industrial actual de la empresa en mercado procesos, productos y tecnología. Viabilidad de los productos actuales y posibilidades de optimización.
2. Identificación y selección de nuevas líneas de actividad. Identificación de criterios de valoración y priorización. Proceso para llevar a cabo un análisis técnico riguroso, generar motivación y compartir, en todos los ámbitos de la empresa, los objetivos del proyecto.
3. Definición del Plan de Trabajo. Establecimiento de actividades, plazos, costes, colaboradores, etc.
4. Búsqueda de fuentes de financiación. Adecuar los objetivos del proyecto a un formato compatible con el mayor número posible de fuentes de financiación públicas.
5. Industrialización. Acompañar a la empresa hasta la fase de industrialización y comercialización, si es preciso, de la nueva línea de productos. Transformar al asesor externo en una prolongación del Área Técnica de la empresa.

Una de las etapas más críticas del proceso es la de "Identificación y Análisis de Oportunidades", que tiene como objetivo:

1. Aportar nuevas ideas
2. Identificar fuentes de ideas
3. Generar nuevas ideas

Estas ideas no deben considerarse de modo aislado, sino que deben surgir en un proceso dirigido que facilite u oriente en los aspectos siguientes:

- Estar en línea con la realidad industrial del cliente y su capacidad para materializarlas.
- Compatibles con los activos disponibles en la empresa.
- Manteniendo en el equipo premisas de trabajo homogéneas.
- Enfocando a todas las Áreas de la empresa.
- Compartibles por el equipo de trabajo.

Para incentivar el proceso de generación de ideas, homogeneizar premisas de trabajo del equipo y pasar del conocimiento individual al colectivo son desarrollados, desde un enfoque técnico, los focos siguientes:

- Competitividad
- Procesos industriales
- Tendencias tecnológicas
- Tendencias de Mercado
- Tendencias sociales

Cada uno de estos apartados es desdoblado y estructurado en nuevas "voces" que dan pié a sugerir nuevas ideas y / o identificar oportunidades. Para que esta actividad avance y culmine en unos plazos compatibles con la dinámica que se requiere, debe ejecutarse con un claro enfoque técnico que posibilite no solo hacer preguntas y estructurar conceptos relevantes sino principalmente estar capacitado para dar respuestas desde un conocimiento multidisciplinar en materiales, proceso, productos, mercados, etc.

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